Este tipo de notas solo apuntan a la confusión generalizada, para instalar la idea del perdón y la reconciliación, criticó la agrupación H.I.J.O.S de la provincia de Buenos Aires a la publicación de notas periodísticas que difunden encuentros entre descendientes de genocidas que defienden a sus padres que están o fueron juzgados con hijos de desaparecidos durante la última dictadura cívico militar. La denuncia fue emitida en un comunicado titulado No nos reconciliamos, y apunta a una nota que dos periodistas del diario La Nación publicaron en la revista digital Anfibia.
El comunicado critica la publicación de diversas y variadas notas, pero puntualiza especialmente en la crónica realizada por las periodistas Carolina Arenes y Astrid Pikielny publicada en la revista con el título Que tu viejo rompa el silencio, que narra un encuentro fraternal entre hijos de víctimas de la dictadura con hijos de militares y policías presos o procesados por crímenes de lesa humanidad, algunos de ellos que defienden a sus progenitores y cuestionan el procesos de Memoria Verdad y Justicia. La nota cuenta esa reunión generada tras la publicación en 2016 del libro Hijos de los 70, en el que las periodistas recuperan relatos de esas mismas personas.
En el comunicado, H.I.J.O.S Bs.As. aclara que no pretende analizar lxs involucradxs en esos encuentros, sino que señalan el tratamiento periodístico que consideran que banaliza el genocidio y la desaparición de personas. Lo explican así: Al reducir los crímenes de lesa humanidad a cuestiones espirituales, encuentros deshistorizados que proponiéndoselo o no ponen nuevamente en agenda la teoría de los dos demonios en un contexto de avance de la impunidad a través de las prisiones domiciliarias y el ilegal 2×1.
La nota que termina con un rotundo en Derechos Humanos, ni un paso atrás, lleva la firma de la agrupación provincial que reúne a H.I.J.O.S de Almirante Brown, Avellaneda, Bahía Blanca, Escobar- Campana-Zárate, Florencio Varela, La Matanza, Lanús, La Plata, Lomas de Zamora, Quilmes, Necochea y San Vicente, y cuenta con la adhesión de la APDH, entre otros organismos.
La crítica también apunta que la crónica menciona la participación en el encuentro de hijos de represores que tienen una amplia trayectoria en la defensa de los genocidas y en el ataque permanente al proceso de justicia que se realizan en el país y que es ejemplo en el mundo. Ellos consideran ilegítimo, detallan.
Para el espacio que reúne agrupaciones de HIJOS de distintas localidades de la Provincia, el objetivo de ese tipo de publicaciones es generar más confusión sobre el tema y reinstalar en la sociedad la idea del perdón y la reconciliación, tan mentada sobre todo por la Iglesia Católica y por las actitudes negacionistas del gobierno actual.
En el Prólogo a Hijos de los 70, Arenes y Pikielny advierten que se proponen una reunión textual de testimonios sin la intención de colar de contrabando la teoría de los dos demonios ni poner en discusión la legitimidad de la Justicia o las responsabilidades del crimen de Estado que, remarcan, quedó establecido en el Juicio a las Juntas en 1985. En la publicación en la revista digital no retoman la idea.
El organismo de Derechos Humanos insistió en que no existieron dos demonios y que, al igual que el resto de los organismos, militan por el Juicio y Castigo y bajo la consigna: No Olvidamos, No Perdonamos y No Nos Reconciliamos. También recordaron que como espacio del movimiento de derechos humanos un eje de H.I.J.O.S. Es la reivindicación de la lucha de nuestros padres y madres, militantes sociales, políticos y revolucionarios populares, que dejaron sus vidas en pos de una patria mejor.
Le decimos no a cualquier intento de reconciliación, y exigimos al periodismo profesionalidad, respeto y que no contribuya a la confusión sobre la necesidad de justicia frente a crímenes de lesa humanidad que forman parte del acervo democrático de nuestro país como se demostró en la movilización contra el 2×1, y que no tolera ningún tipo de impunidad, concluyeron.