Cristina Fernández pidió ser querellante en la causa que investiga el ataque al Congreso del jueves pasado, cuando se votó en la Cámara de Diputados el acuerdo con el FMI. Este episodio fue denunciado de manera pública con dos videos por parte de la vicepresidenta de la Nación y presidenta de la Cámara Alta.
El ataque al despacho de la vicepresidenta fue documentado por las cámaras de seguridad y la Policía Federal, fuerza que conduce el ministro del Interior Aníbal Fernández, aportó las imágenes. Este episodio de ataque a una de las instituciones de la Nación no fue repudiado de manera pública por el presidente Alberto Fernández, lo que provocó el enojo de dirigentes kirchneristas, como el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque.
Si bien el presidente hizo saber que intentó comunicarse de manera privada con Cristina Fernández, la falta de pronunciamiento público sumó otro factor de malestar en la ya deteriorada relación entre quienes integraron la fórmula del Frente de Todos en 2019.
En el escrito, firmado por la abogada Graciana Peñafort en carácter de Directora General de Asuntos Jurídicos de la Presidencia del Senado, se plantea que “entre los ataques con piedras y que tuvieran como claro objetivo las oficinas mencionadas, se realizaron marcas con pintura roja sobre la zona, circunstancia que podría haber oficiado de señalización”.
En la solicitud se pide de manera particular: “Por resultar particular y directamente damnificado la Presidencia del H. Senado de la Nación de los hechos ya denunciados en el marco de la presente investigación, los que aquí se reeditarán a fin de cumplimentar la manda legal, solicitaremos se tenga a nuestro mandante por parte querellante en los términos de los arts. 82, siguientes y concordantes del Código Procesal Penal de la Nación — en adelante, CPPN—, respecto de aquellas personas que resulten identificadas como autores, partícipes o instigadores conforme el avance de la presente investigación y por las calificaciones que oportunamente corresponda asignarles”.
En cuanto al episodio, plantearon que el despacho de la presidenta del Senado fue el principal objetivo en el día de los incidentes: “Pese a la mayoría pacífica que se manifestó libremente, pudo verificarse un grupo de personas que, apostados sobre la intersección de las calles Hipólito Yrigoyen y Entre Ríos, de forma coordinada, comenzaron un violento ataque sobre el Congreso de la Nación, específicamente sobre las ventanas que dieran al despacho de la Presidencia del H. Senado de la Nación en el que, en aquel momento, se encontraban tanto la actual Vicepresidenta de la Nación, Cristina E. Fernández de Kirchner, la Senadora Anabel Fernández Sagasti, el Senador Oscar Parrilli y el Diputado Máximo Kirchner entre otros colaboradores”.
Además, señalaron: “Los daños producidos en el frente del edificio, el despacho de la presidenta del Senado de la Nación y el peligro al que fueran sometidas las personas que se encontraban en su interior, recién pudieron ser evitados a partir de las 15.21 aproximadamente, cuando un cordón policial avanzó sobre la zona y dispersó al grupo de manifestantes que, incesantemente, tuvo por objetivo atentar directamente contra dicho sector del Congreso Nacional”.