Rodeada de un fuerte operativo policial, la ex presidenta Cristina Fernández se presentó ante el juez federal Claudio Bonadio en la causa impulsada por el fallecido fiscal Alberto Nisman por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA. La senadora electa no contestó preguntas del juez y presentó un escrito.
Esta semana, a días de las elecciones, ya declararon los ex funcionarios de su gobierno, Carlos Zanini, Héctor Timerman y Oscar Parrilli, y el dirigente de La Cámpora, Andrés Cuervo Larroque.
La denuncia de Nisman incluyó a Cristina en un plan para encubrir el atentado a la AMIA a partir de la firma del Memorándum CFK deberá responder detalles sobre la firma del Memorándum con Irán, firmado en febrero de 2013 y refrendado luego por el Congreso.
Tras la citación, Cristina Kirchner había acusado a Bonadio de actuar en función de los «intereses políticos» del presidente Mauricio Macri y cuestionado que se hubiera fijado un «cronograma judicial en paralelo con el cronograma electoral».
«Hacemos responsable a Bonadio de ser el servidor de los intereses políticos de Macri. Actúa como una correa de transmisión de las obsesiones del Presidente contra la oposición y contra mi persona. Hacemos responsable al presidente Macri de persecución política y degradación de nuestra democracia, de un uso partidario y obsceno, inconstitucional, donde el Poder Judicial actúa como una fuerza de tareas del Ejecutivo», afirmó.
La ex presidenta intentó recusar a Bonadio ya que el juez había sido apartado de la causa original del atentado por la Cámara Federal por falta de imparcialidad ya que mantuvo un doble rol de magistrado y sospechoso como asesor de Carlos Corach cuando se desempeñaba en la Secretaría Legal y Técnica de Carlos Menem.