Cristina última y breve. En sólo siete minutos llamó a que los «argentinos y argentinas voten en defensa propia» y a usar «la herramienta del voto para que el gobierno escuche que así no se puede seguir». «Nos merecemos un país mejor», insistió luego de ceder el protagonismo a las biografías de ciudadanos locales que pintaban la situación económica y social de Mar del Plata. Los candidatos escucharon los relatos ubicados en las gradas detrás de la ex presidenta. Afuera, la multitud que siguió el acto a través de una pantalla la ovacionó a la salida. «Estoy de campaña para darles fuerza y les pido a todos y todas que estén todos unidos, si los ven tristes, desesperanzados y desunidos el gobierno va a hacer cualquier cosa con ustedes», dijo la candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires en el acto de inauguración proselitista para estas elecciones legislativas.
La transmisión satelital se cortó justo cuando iba a hablar la candidata, luego de los relatos tristes de los marplatenses que subieron a contar su situación al escenario. Pero fue entonces cuando Cristina tomó el micrófono para arengar: «Quiero pedirles a los candidatos que salgan a la calle a escuchar, ésa es mi única instrucción de campaña . Que le digan al que se cayó que hay esperanza», convocó.
«Les pido que haya una actitud de salir a la calle y que hablen con los argentinos y argentinas con convicción y esperanza. El voto tiene que ser un instrumento en defensa propia. Les pido que se voten a ustedes mismos, en defensa de ustedes mismos», arengó. «La boleta en la mano es la única forma en la que el gobierno va a escuchar, es una forma de representar una ciudadanía que no puede seguir sufriendo», sostuvo.
Cristina sólo se refirió a su oponente político como «el gobierno». No mencionó por su nombre ni al presidente Mauricio Macri ni a la gobernadora María Eugenia Vidal. Tampoco nombró a sus otros adversarios. Pero el mensaje, si bien fue sutil, fue claro: llamó a que se vote a Unidad Ciudadana por el caudal de votos mayoritario que exhibe en las encuestas de la provincia de Buenos Aires como herramienta para enfrentar a Cambiemos. Los demás opositores, Sergio Massa y Florencio Randazzo, que también lanzaron su campaña, no son, según esta lectura, los más indicados para, como propone Unidad Ciudadana, «frenar a Macri». «El voto es el ejercicio más útil de las grandes mayorías nacionales», dijo para acaparar el voto opositor.
A la ciudad balnearia no llegó militancia de otras regiones. Ni micros ni aparato. Sólo marplatenses que se concentraron fuera del teatro Radio City. Adentro, tuvieron prioridad los dirigentes locales, candidatos a concejales e invitados especiales. Los carteles de la gente eran hechos a mano y los cantos desobedientes a la instrucción de mirar para el futuro, volvían a insistir con el «vamos a volver».
La modalidad de poner en el primer plano a las historias de vida, que se inauguró con el acto de Arsenal, seguirá siendo eje de la campaña de Unidad Ciudadana. Cristina repitió la fórmula y le salió bien. La candidata principal subió al escenario acompañada por su segundo en la boleta para senadores, el ex canciller Jorge Taiana y la primera postulante en diputados, la economista Fernanda Vallejos. Una vez arriba comenzó a convocar a los representantes de distintos sectores afectados por las políticas económicas, quienes uno a uno fueron dando cuenta de su situación económica y personal. Ella los presentaba, les sostenía los papeles para que pudieran leer, los abrazaba.
«Quiero pedir unidad ciudadana para tanto dolor, que vuelva a ser la ciudad feliz. Unidos vamos a reconstruir la esperanza y que él gobierno escuche que así no se puede seguir, nos merecemos un país mejor», convocó. «No es casual empezar por acá. Mar del Plata ha sido el símbolo de la alegría y el bienestar del pueblo argentino. Cada vez que a Argentina le iba bien a Mar del Plata le iba mejor, y cuando al país le iba mal a la ciudad le iba peor. Hemos venido a escuchar a los hombres y mujeres que trabajan y emprenden», comenzó. Y presentó a Héctor que tiene una fábrica camperas, a Gabriel que peón de taxi a Graciela que tiene un comercio venta artículos para el hogar, a Viviana, teatrista independiente, a Blanca obrera textil y delegada, a Mónica filetera, a Gabriela médica jujeña, a Héctor que tiene una parrilla, a Germán que se dedica a distribuir café, a Verónica médica del hospital provincial, a Ariel que tiene una cooperativa de pizza y empanadas, a Juan José director de escuela a punto de jubilarse, a Gustavo propietario de una casa de neumáticos, a Leonardo que hace desarrollo de software, a Leticia ferretera, a Jorge que tiene una empresa de cruceros, a Daniel que tiene un café bar cultural, a Felipe dueños de un hotel, a Enrique empresario de logística.
A la salida la euforia la esperaba en la calle. «Al balcón, al balcón», le pedían. Pero Cristina salió caminado, saludó a la gente y se subió al auto mientras cantaban «vamos a volver», «Macri compadre» y «si este no es el pueblo, el pueblo dónde está». Detrás de ella salieron los candidatos: Fernando Espinoza, Daniel Scioli, Hugo Yasky, Fernanda Raverta, Roberto Salvarezza, Vanesa Siley. Monica Macha, Walter Correa, Magdalena Sierra, Horacio Pietragalla, Laura Russo. Todos hablaban con la gente y con la prensa de la situación económica de Mar del Plata y del país, tal como se los pidió su conductora. La campaña ya había empezado.