Cristina Fernández de Kirchner regresó una vez más a Buenos Aires. Esta vez para participar del homenaje por el 62 aniversario del nacimiento de Hugo Chávez, que se realizó en el Instituto Patria.
En ese marco, la ex presidenta merodeó por primera vez en público una cuestión sensible como la necesidad de una reforma constitucional, que hasta ahora sólo había sido enarbolada por juristas como el ex ministro de la Corte, Raúl Zaffaroni, y el constitucionalista Eduardo Barcesat.
No lo dijo de modo explícito pero enmarcó el debate en la conveniencia de proteger mejor los derechos alcanzados en su gobierno. Tenemos que pensar cuál es el piso de derechos que queremos que sean inamovibles, que no se puedan modificar, convocó.
Durante su disertación, CFK aseguró que el proceso de ampliación de derechos y mejoras sociales del período 2003/2015 está siendo afectado con una velocidad inesperada porque en ese lapso no se estableció un nuevo diseño institucional que permitiera darle mayor seguridad a las conquistas, porque con las leyes no alcanza.
Pensamos que las leyes eran suficientes pero nos faltó una construcción institucional que nos permitiera garantizar un piso de derechos que no se pudieran vulnerar, agregó a modo de autocrítica.
La afirmación le sirvió también para reiterar su convocatoria a construir un espacio político amplio: Es necesario que los argentinos nos demos un debate sobre qué cosas queremos que no se puedan tocar. Y ese debate exige una gran participación ciudadana, porque si todo lo conseguido en los últimos doce años y medio se logró desde una impronta de gobierno, ahora es necesario ver cómo se organizan las infinitas fuerzas del pueblo. Ese debate debe darse en las mesas, en las calles, en las fábricas, en las universidades, en los clubes de barrio, con todos aquellos argentinos que saben que tienen que llegar a fin de mes.
La ex presidenta compartió la confererencia en el edificio del barrio de Congreso con el diputado del Parlasur y ex ministro de Defensa, Agustín Rossi; el embajador de Venezuela en Buenos Aires, Carlos Martínez Mendoza, y los periodistas Stella Calloni, Luis Bruschtein y Eric Nepomuceno.
Sobre el homenaje a Chávez dijo que le encanta que se recuerde a la gente cuando nace y señaló: A los grandes hay que recordarlos vivos, porque no mueren nunca.
La recordación del ex presidente venezolano no le impidió contextuarlizarlo en el momento político que vive la Argentina y América Latina. La mejor forma de extrañarlos (en referencia a Chávez y a Néstor Kirchner) no es con nostalgia sino con acción. Hay que imitarlos en lo que harían en este momento. Yo creo que para asegurar los derechos hay que construir nuevas mayorías, argumentó entre aplausos desde el salón principal del Instituto Patria, su centro de operaciones cada vez que llega a Buenos Aires.
A la hora de convocar a la construcción de esas nuevas mayorías, CFK volvió a insistir con que el factor de aglutinamiento no debe ser el origen partidario ni tampoco el candidato a quien se haya votado en la última elección presidencial.
Para ella, el factor que debe organizar a la coalición que surja es la condición común de víctimas de las políticas del gobierno de Mauricio Macri, a cuya administración nuevamente cuestionó en duros términos.
Cuando nos hablan de sacrificio siempre es del pueblo, no el de ellos, criticó luego de la exposición y ya en el balcón de la sede del Instituto Patria, desde donde se dirigió a la multitud que ocupaba una cuadra por Rodríguez Peña.
Hay que tener las ideas en la cabeza, hay que tener el corazón con la gente y hay que tener lealtad con la patria, arengó CFK en otro momento de su discurso.
El peronismo en general y el partido Justicialista en particular no estuvo ausente en la exposición de la ex mandataria. En el peronismo la autocrítica es echarle la culpa al otro, dijo y sonrió mientras su voz era tapada por uno de los tantos aplausos.
También deslizó una autocrítica al reconocer: Fuimos ingenuos sobre el poder que enfrentamos. Aunque al mismo tiempo lo justificó: «Estábamos ocupados laburando para que la mayoría de los ciudadanos puedan seguir teniendo cada vez más derechos.
La intervención de la ex mandataria tuvo puntos de contacto con lo que minutos antes había planteado el ex ministro Rossi, quien exhortó al público que escuchaba a no pensar la frase vamos a volver, tantas veces cantada, como un simple y lineal regreso al pasado.
Nosotros tenemos que volver a enamorar al pueblo argentino y eso no se hace convocando a un regreso al pasado. Tenemos que volver a construir una utopía de que se pueden modificar las cosas, modificando las cosas en la que nos equivocamos. La gente nos puede perdonar errores, incluso horrores, pero lo único que no nos va a perdonar es que la traicionemos, subrayó Rossi, para quien la identidad kirchnerista está mucho más arraigada en la sociedad que en la dirigencia política.
La reconstrucción de una fuerza nacional y popular con competitividad electoral tiene que partir del amor. La derecha, por el contrario, construye desde la resignación, remarcó el legislador del Parlasur. En el acto realizado en el salón de la planta baja del Instituto Patria estuvieron presentes Hebe de Bonafini y Estela Carlotto: ambas estuvieron sentadas en la primera fila del auditorio.
También fueron de la partida el ex titular de la AFI, Oscar Parrilli quien dio la bienvenida en su rol de anfitrión-; su segundo, el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi; los diputados nacionales Andrés Larroque y Josefina González (FpV); los ex ministros Alberto Sileoni, Teresa Parodi, Daniel Gollán; el ex titular de Radio y TV Argentina, Tristán Bauer; los dirigentes Gabriel Mariotto, Eduardo Jozami, Jorge Rivas yAriel Basteiro; el legislador bonaerense Lauro Grande, los diputados por la ciudad Gabriela Alegre y Pablo Ferreyra y el titular de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella. Cristina se sumó a la actividad cuando ya llevaba varias horas de recordatorio: contó que el vuelo de Aerolíneas desde El Calafate se había demorado media hora.
Recordar a Hugo (por Chávez) es también recordar a un personaje entrañable a nivel humano. Tenía un enorme poder de conexión con el otro. Y Hugo confiaba en las infinitas fuerzas del pueblo. Todo esto nos lleva a cotejar una vez más que la historia no es siempre una marcha en línea recta hacia adelante sino que hay marchas y contramarchas, o marchas con renglones torcidos. Tenemos experiencia y también tenemos que tener confianza en lo mucho que hemos sembrado, aconsejó Cristina.
Entre sus cuestionamientos a la gestión de Macri, la ex jefa de Estado puntualizó la desinversión que dice estar produciéndose en materia petrolera y que afecta sobre todo, advirtió, que la petrolera estatal tiene la mayor cantidad de equipos (de perforación, extracción) parados. Además, denunció: «Han reducido un 25% la inversión de la petrolera en exploración y explotación, y sin embargo aumentaron el retiro de dividendos. Quizá están buscando crear una futura crisis en YPF para después venderla y privatizarla. No es el mundo al revés, es el mundo de ellos.