Cristina Fernández se convirtió en la primera oradora de los festejos por el Día de la Lealtad, al convocar a la militancia, en especial a la juventud, a movilizarse a Plaza de Mayo este domingo. De esta manera, la vicepresidenta desafió las indicaciones de consultores y dirigentes de su partido que habían vacilado o desaconsejado movilizar. Es que el aniversario del partido de gobierno puso de manifiesto la crisis interna que atraviesa el peronismo con dos actos en dos días distintos, con consignas diferentes y lugares de convocatoria disímiles.
“Todos y todas van a estar en la plaza mañana seguro, ¿no? Es importante que cuando vayan a la plaza a recordar esa gesta histórica fundacional de nuestro movimiento, no sea con una actitud meramente recordatoria, casi nostálgica. De ningún modo. Porque el peronismo le pese a quien le pese sigue hoy más vigente que nunca. ¿Saben por qué? Porque esa propuesta de incorporar a los trabajadores al sistema de decisión de la política nacional sigue hoy más vigente que nunca”, desafió Cristina este sábado en la ex Esma en un plenario de La Cámpora en donde les habló a los jóvenes sobre los alquileres y los derechos laborales. “En Europa la derecha le echa la culpa de todo lo que va mal los inmigrantes. En Argentina la culpa lo tienen los derechos de los laburantes”, dijo para poner en el centro del debate la crítica a la propuesta electoral de la oposición de quitar las indemnizaciones.
Pero también lanzó un mensaje filoso a sus compañeros de partido. “¿Qué el peronismo es más de centro? ¿Qué están diciendo? ¿De dónde? Perón fundó la tercera posición. El centro de algo tiene izquierda y derecha. El peronismo no es algo entre izquierda y derecha, es algo muy superador”, sintetizó la vicepresidenta.
Con la dirigente a la cabeza
El retuit a la convocatoria del PJ que había hecho el presidente Alberto Fernández no alcanzó. Cristina tuvo que salir a llamar a movilizarse, muy a pesar de los consejos del asesor de la campaña electoral del Frente de Todos Antoni Gutiérrez-Rubí, quien insistió con llevar a cabo actos acotados, no masivos. No quería repetir la postal del acto de los movimientos sociales en el estadio de Chicago donde, si bien no se incumplió el cupo de aforo, los medios y la Justicia de la Ciudad insistieron con que había amontonamiento de personas.
En medio de un proceso electoral que viene de tener un mojón adverso para el oficialismo, Alberto Fernández le hizo caso a su asesor y desactivó la movilización.
Sin embargo, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, había empezado a gestionar no un acto sino un plenario partidario, parecido al de Chicago, pero esta vez en el estadio de San Lorenzo. Si bien se iba a realizar el mismo 17, tal como reclamaban sectores militantes en las redes sociales, estaba destinado a la dirigencia y no a la militancia masiva. Pero tampoco funcionó. Manzur no pudo traccionar a los representantes partidarios de las provincias que no querían viajar a Buenos Aires en el Día de la Madre. Entonces, tuvo que anunciar la suspensión de la actividad.
La convocatoria de la CGT se propuso con la intención de no incluir al resto de la militancia peronista ni tampoco a las otras centrales obreras que también integran el Frente de Todos. En consecuencia, la CTA se terminó plegando al acto del 17. Su titular, Hugo Yasky, dijo que la CGT “no abrió sus brazos, no hubo una convocatoria unitaria”. “El 17 fue un verdadero acto de rebeldía argentina y nos parecía que teníamos que recuperar la Plaza el 17”, declaró Yasky.
Hay un antecedente histórico. El 17 de Octubre de 1948 también cayó un domingo Día de la Madre. Y se congregó una multitud en Plaza de Mayo. Hablaron José Espejo, entonces secretario general de la CGT, Eva Perón y Juan Domingo Perón. Desde la recuperación de la democracia que la central obrera mayoritaria no moviliza un domingo. Este lunes el acto de la central que conducen Héctor Daer y Juan Carlos Acuña no tendrá un orador ni un acto central. Habrá un documento que se leerá a lo largo de la movilización bajo el lema «Desarrollo, Producción y Trabajo».
El descontento con el llamado a la desmovilizar el domingo 17 comenzó a crecer durante la semana. No solo Hebe de Bonafini convocó a la Plaza de Mayo sino también Daniel Catalano de ATE Capital. Se sumaron otros dirigentes kirchneristas. Hasta que ayer la convocatoria la hizo la vicepresidenta. Fuentes cercanas a la presidencia aseguraron a Tiempo que la decisión de que Cristina hable en el plenario de La Cámpora se tomó “durante la semana”, su alocución se conoció de manera pública a último momento de este sábado. «Quería venir para el ejercicio de la militancia, convocar a la sociedad a que participe”, dijo Cristina ante una platea joven. “Hay que retomar la discusión política en serio, no podemos seguir dejándonos intervenir más, estuvimos cerrados un año y el único contacto era la televisión. Nada bueno puede salir de ahí. Es necesario volver a la participación y el debate», convocó. «