La ex presidente Cristina Kirchner resaltó hoy desde su cuenta de Twitter el editorial publicado por el diario ecuatoriano El Telégrafo, bajo el título El nuevo plan Cóndor apunta ahora a Lula y a Cristina Fernández.
En la nota se afirma que si antes fueron los grupos armados dentro de las instituciones militares latinoamericanas, ahora es con los aparatos judiciales y mediáticos. Pero detrás siempre están los mismos. Usan el arma del desprestigio, la difamación y el recurrente señalamiento de que todo lo que hacen los líderes y gobiernos progresistas termina en corrupción.
Cristina sostiene desde hace meses que existe una persecución judicial en su contra y que eso mismo sucede a nivel regional, sobre todo en Brasil, con la destitución de Dilma Russeff y las denuncias que complican el futuro político de Lula Da Silva.
En ese contexto, la ex presidente volvió a cuestionar al fiscal Guillermo Marijuán y al juez Sebastián Casanello. Es un secreto a voces que un juez y un fiscal tienen presa a una persona para obligarla a decir lo que ellos quieren escribió Cristina apoyándose en una nota del diario Perfil donde se asegura que Lázaro Báez fue tentado por Marijuan para que se declare testaferro de la familia Kirchner a cambio de su excarcelación.
Por último, Cristina compara esa causa con la de los Panamá Papers donde hay sociedades y cuentas off shore no declaradas. Dinero ilegal. Todos identificados, muchos funcionarios y nadie preso», y la de HSBC, «cuentas en el exterior no declaradas, denunciadas e identificadas con colaboración del Gobierno francés. 4040 cuentas y 0 presos. Dos escándalos internacionales de corrupción que no movieron el amperímetro del Poder Judicial argentino, y otra vez el mismo fiscal
, concluye Cristina