La vicepresidenta Cristina Fernández terminó de develar el enigma que recorría a la política argentina en los últimos meses: qué lugar ocuparía en las próximas elecciones presidenciales. En rigor, confirmó lo que había anunciado en diciembre del año pasado: que no sería “candidata a nada”.
Cristina eligió otra vez el estilo epistolar para anunciar su decisión. La carta publicada en las redes sociales hace un largo recorrido por lo que la vicepresidenta considera la “degradación democrática”. En el tramo más político de su mensaje, CFK advierte sobre el regreso de los “fantasmas del pasado” que “han vuelto a la realidad política argentina”.
“Durante el año 2022 vimos como la violencia verbal y simbólica que, desde hace años venía siendo implantada en la sociedad por los medios de comunicación hegemónicos, se materializó en la calle a través del accionar de grupos violentos que agredían, insultaban y amenazaban de muerte con bolsones mortuorios, guillotinas, antorchas, piedras y escraches. El objetivo de estos grupos estaba absolutamente direccionado. No era contra todos los partidos políticos o todos los dirigentes, como en la crisis del 2001. Era contra el peronismo o el kirchnerismo, como más te guste”, remarcó Cristina.
Luego sostuvo que ese espiral de violencia culminó el 1 de septiembre del año pasado, cuando Fernando Sabag Montiel intentó asesinarla “frente a mi casa particular, cuando, acompañada por Dios y la Virgen, y rodeada de compañeros y compañeras, atentaron contra mi vida”.
“Llamativamente,-agrega Cristina-luego del magnicidio frustrado, esos grupos que organizada y semanalmente fustigaban, escrachaban y amenazaban, desaparecieron como por arte de magia. Esto confirma sin lugar a dudas el carácter premeditado y carente de cualquier viso de espontaneidad de la violencia política de estos grupos. Eran fogoneados y financiados por la oposición y los medios de comunicación hegemónicos le garantizaban amplia cobertura mediática”.
La vicepresidenta recordó el titular del diario Clarín que sostuvo “La bala que no salió y el fallo que sí saldrá”. Remarcó que la publicación liderada por “Héctor Magnetto” fue la “principal usina de difusión del odio hacia mi persona y mi familia; en una suerte de lamento por el fracaso del asesinato, pero anticipando el fallo que pocos días después exponentes del Partido Judicial dictarían en mi contra y cuyo resultado condenatorio preanuncié públicamente tres años antes cuando se inició el juicio conocido como la obra pública de Vialidad Nacional. La condena e inhabilitación en dicha causa tiene una única traducción política y electoral: la proscripción”.
La vicepresidenta remarcó que “no se trata sólo de la proscripción de una persona, sino del Peronismo. Aunque algunos, por mezquindad o mediocridad, lo negaron recurriendo a tecnicismos legales, la realidad una vez más lo confirmó”.
En este contexto enmarcó la decisión de la Corte Suprema de suspender las elecciones en Tucumán y San Juan, tras los pedidos realizados por dirigentes de Juntos por el Cambio de estas provincias. “Después de un fin de semana electoralmente adverso para Juntos por el Cambio y objetivamente favorable para el peronismo, la Corte suspendió las elecciones a gobernador de las provincias de Tucumán y San Juan, a tan sólo 72 horas del comienzo de la veda electoral y con un claro objetivo político: perjudicar al peronismo y tapar sus propios delitos. El mismo día y a la misma hora en que dictaban este fallo, en la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación se estaban denunciando tanto el escándalo de la obra social del Poder Judicial, que involucra a uno de los miembros de esta Corte, como el del enriquecimiento ilícito de su presidente (Horacio Rosatti). Todos y cada uno de estos hechos los mencioné el 18 de julio del 2022 en el documento “De la corte ejemplar a la corte de los cuatro: breve crónica de la decadencia”.
Y luego insistió con que no se trata de la proscripción de una persona sino del peronismo. “Cuando hablé de proscripción en diciembre de 2022 no era en ejercicio de artes adivinatorias sino con la comprensión de la etapa histórica que estamos atravesando. Así como tres personas lo hicieron con las provincias de Tucumán y San Juan, no tengan dudas de que lo harán contra mi persona con el fin de evitar que el peronismo pueda participar del proceso democrático, o bien debilitarlo, conduciéndonos a un callejón sin salida”.
“Ya lo dije el 6 de diciembre del 2022-señaló CFK en el cierre de esta parte de su carta-. No voy a ser mascota del poder por ninguna candidatura. He dado muestras, como nadie, de privilegiar el proyecto colectivo sobre la ubicación personal. No voy a entrar en el juego perverso que nos imponen con fachada democrática para que esos mismos jueces, encaramados hoy en la Corte, dicten un fallo inhabilitándome o directamente sacándome cualquier candidatura que pueda ostentar, para dejar al Peronismo en absoluta fragilidad y debilidad frente a la contienda electoral. Los hechos recientes me han dado la razón”.