La postal patagónica de rutas cortadas y cubiertas quemadas volvió a instalarse en la provincia de Chubut, en un contexto de tensión social que la crisis cambiaria no ha hecho sino recrudecer, y que derivó en la detención de dos dirigentes sindicales, detenidos horas más tarde merced a la presión de la ciudadanía.
Mientras aguardaban que este viernes se acreditara el primer tramo del cronograma de sueldos escalonados que planteó el gobernador Mariano Arcioni, los trabajadores estatales salieron a manifestarse en los principales accesos a las ciudades chubutenses, en prevención de que la promesa (en teoría, recibirían sus salarios los que cobran menos de 40 mil pesos) no se cumpliera. Ya había pasado con los de junio, que terminaron de pagarse el 29 de julio. En efecto, los sueldos no se depositaron.
La asunción, el jueves, de un nuevo ministro de Economía, Oscar Antonena –el cuarto desde 2015-, no había despejado las dudas. “Estamos trabajando para poder depositar”, dijo, sin aportar certezas para empleados que se desempeñan en áreas muy sensibles, como los docentes, que protagonizan un paro que lleva más de cinco días consecutivos; los trabajadores de la salud, que están prestando guardias mínimas en los hospitales de la provincia; y hasta los jueces, que denunciaron a Arcioni por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Las rutas nacionales 259 y 25 y la ruta provincial 7 amanecieron cortadas, con quema de cubiertas, pancartas y entrega de volantes a los automovilistas. Las siguientes declaraciones de Antonena no sumaron tranquilidad: “El corte es un delito, quiero ir a trabajar, quiero cumplir con la función que me delegó el gobernador, quiero ganar mi sueldo dignamente. La plata está, los 908 millones de pesos están para abonar pero no podemos”, declaró, y aseguró que el pago se haría efectivo el sábado.
En ese clima de tensa incertidumbre, la policía chubutense abordó durante la madrugada a los manifestantes que llevaban adelante el corte en el cruce de las rutas 3 y 26, en las afueras de Comodoro Rivadavia, y detuvo a dos dirigentes del gremio docente, Daniel Murphy, secretario general de la regional Sur de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Chubut (ATECh), y la delegada Magalí Stoyanoff.
“El gobierno de Mariano Arcioni gobierna para las petroleras y para los que se llevan los recursos de nuestra provincia. Tenían que impedir que los trabajadores estemos en la calle señalando por dónde se desangra Chubut”, dijo por la tarde Stoyanoff, cuando ambos dirigentes recuperaron la libertad.