Cuando Guillermo Francos estuvo en el Senado habló a sus anchas sobre la Corte. El miércoles dijo que no descartaba que los dos postulantes fueran designados por decreto y que si la negociación parlamentaria no funcionaba también podrían impulsar a una mujer. Cuando el jefe de Gabinete terminó de responder y tuvo un momento de descanso, en su entorno no podían ocultar su incomodidad. Según los lamentos que escucharon en un costado del recinto, al ministro coordinador se le fue la mano con las declaraciones que hizo. Aun así, no pudo desmentir una negociación con el peronismo sobre las vacantes en el máximo tribunal, incluso cuando el jefe de la bancada panperonista, José Mayans, le entregó una nota advirtiéndole de su rechazo. Sin buscarlo, Francos cerró el período 142 de sesiones ordinarias del Congreso con un Senado que ya suma dos meses sin sesionar y con una Cámara de Diputados que en los últimos cinco días tuvo una sesión y otros tres intentos fallidos que desnudaron las debilidades numéricas a los dos lados de polarización que divide a ese recinto.

La última pulseada de este año parlamentario fue un termómetro revelador de la relación esquiva y desconfiada que mantiene el Gobierno con el PRO. El segundo intento en diez días para aprobar Ficha Limpia en Diputados desnudó ausencias en todos los bloques. En el intento anterior estuvieron a una banca de llegar al quórum de 129, pero el jueves llegaron a 116, una diferencia de trece que se engrosó, entre otros vacíos, por el faltazo de ocho integrantes de la Libertad Avanza. En el intento anterior habían faltado dos. El hueco fue el reproche que más se escuchó durante las expresiones en minoría de los 116. Así cerró el período de ordinarias en Diputados, el primero que le tocó a Javier Milei inaugurar como presidente. Lo hizo el 1 de marzo. Ante la Asamblea Legislativa dijo que buscaría la sanción del proyecto de Ficha Limpia que establecía el impedimento para cualquier candidato que tuviera una condena en segunda instancia. Los movimientos de su gobierno y del bloque oficialista lo desautorizaron y, al mismo tiempo, pusieron en crisis su narrativa.

A pesar de la bronca, en el bloque que conduce Cristian Ritondo creen que la contradicción de Milei con Ficha Limpia es una gran oportunidad, porque puso en crisis su relato y lo obligará a recular, o recalcular. Otros dentro del mismo espacio aseguran que es una excusa para desquitarse, o la gota que rebalsó el vaso de un bloque amarillo, que lleva un año ofreciendo apoyo casi incondicional casi a cambio de nada y con cada vez menos chances para diferenciarse en las elecciones de medio término del año que viene.

Así como Milei se prepara para hacer un balance sobre su primer año de gestión, en el PRO también lo hacen. Por fuera de la virtual fractura del partido y de las esquirlas que impactan dentro de sus 38 voluntades, el límite más indigerible para las autoridades del partido amarillo son los diálogos con el peronismo que le adjudican al gobierno. Por eso creen que Ficha Limpia será un problema, porque aseguran que refleja un presunto acuerdo para no impedir la eventual candidatura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner el año que viene. Las sospechas incluyen un pacto para cubrir la Corte y también para condicionar la reelección de Martín Menem como presidente de la Cámara Baja. Estuvo este sábado en Neuquén, para participar del lanzamiento de la Libertad Avanza. Se mostró con la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, y aseguró que «Ficha Limpia va a salir». Después de la caída del último intento para tratar el texto, hubo movimientos del Gobierno que sugieren un aparente impacto negativo. Ante la furia del PRO y de la diputada Silvia Lospennato anunciaron que el abogado Alejandro Fargosi se encargaría de coordinar con ella para elaborar un nuevo proyecto de ley. Parece un plan de contención para relativizar en las formas lo que sucedió de hecho: que la iniciativa de ficha limpia registró dos derrotas en menos de diez días, con amplias chances de volver a sufrir otro revés en el caso de un tercer repechaje. La pregunta es cuándo.

¿Habrá extraordinarias?

Durante el receso de verano, el Congreso sólo puede sesionar si lo convoca el presidente. La Constitución le atribuye esa potestad y además le permite definir los puntos que podrían ser tratados. En la Casa Rosada no descartan la convocatoria pero el oficialismo no tiene apuro. Hace dos semanas el Ejecutivo presentó un proyecto para eliminar las PASO el año que viene, junto a una reforma política. La cercanía con el final del año sugiere que será el primer tema de un posible período de extraordinarias, pero como parte de la negociación que avanza silenciosamente con distintos gobernadores:  anular las PASO, usar esa partida de fondos y retomar el tratamiento del Presupuesto 2025 que quedó suspendido hace dos semanas en la Comisión que preside José Luis Espert. En el Gobierno creen que pueden contar con variados respaldos del peronismo. Es otro punto que irrita a los dirigentes del PRO, porque el partido que preside Mauricio Macri es una de las fuerzas que más usó las primarias y ahora podrían quedar a merced de La Libertad Avanza sin chances de medirse en internas.

El período de extraordinarias también podría sumar el tratamiento de los pliegos de la Corte. Ahí respira la negociación más inquietante. En el Senado todos hablan de un dictamen que nadie vio para respaldar el acuerdo del juez federal Ariel Lijo para ocupar la vacante que dejó Elena Higton de Nolasco hace tres años. La firma que faltaba la puso Lucía Corpacci, exgobernadora y actual senadora por Catamarca. Dijo que lo hacía ante la posibilidad de peores candidatos. El gancho permitió sortear una etapa del pliego, pero no están los dos tercios para aprobarlo en el recinto. El otro candidato, Manuel García Mansilla, tiene menos respaldos. Pero la Corte está a un mes de quedar con tres miembros. El cortesano Juan Carlos Maqueda cumple los 75 el 29 de diciembre y desde entonces estará automáticamente jubilado. Con ese argumento, el Gobierno podría motorizar la designación por decreto en comisión a Lijo y García Mansilla hasta que haya acuerdo del Senado. Si sucede, podría desatarse una crisis institucional o se trata de amagues para cerrar una negociación subterránea, donde Francos habría hablado de más o jugado en manifiesto desacuerdo con los que quieren armar la Corte con decretos presidenciales y dejar la última palabra al titular del tribunal, Horacio Rossatti, que podría tomarles juramento o esperar a que haya acuerdo parlamentario.

El Ejecutivo puede convocar a extraordinarias en cualquier momento. Si Milei lo hace, buscará acomodar la decisión a su narrativa. Dirá que es para hacer trabajar al Congreso en vacaciones. Hasta ahora se encamina a transitar el 2025 sin un presupuesto sancionado por el Congreso y en un contexto donde no aflojó a ningún reclamo de los gobernadores del PRO y la UCR, que habían advertido tempestades si no eran escuchados. No lo fueron y hasta ahora no pasó nada. Milei volverá a prorrogar y reconducir el último presupuesto que tuvo Alberto Fernández y podría condicionar mucho más a las provincias en un año electoral. La foto es incompleta y podría sumar piezas en los próximos días.

Sin embargo quedaron más jirones en esta última semana de ordinarias en Diputados. La única sesión que prosperó fue la media sanción para prohibir las apuestas online deportivas para menores de 18 años y después de un potente cabildeo para evitarlo, liderado por el empresario de los juegos de azar, dirigente radical y extitular de Boca Juniors, Daniel Angelici. El partido no está cerrado, seguirá en el Senado y cuentan con varios gobernadores para que no se transforme en ley.

El panperonismo no tuvo éxito en el segundo intento por tratar y rechazar el DNU 846 que le permite al Gobierno renegociar deuda sin autorización del Congreso ni conseguir mejores condiciones. Fue una segunda derrota para un panperonismo que finalmente condicionó el tratamiento de Ficha Limpia. El bloque de Unión por la Patria se llevó una victoria sin poner el cuerpo en esa sesión. Le advirtieron a Menem que si había media sanción para Ficha Limpia, entonces las 99 voluntades del espacio no lo apoyarían para continuar el año que viene como presidente de la Cámara. «Si lograron marcarle la cancha a Menem con su continuidad a cambio de una media sanción de Ficha Limpia, entonces negociaron bien, por más mal que me caigan», reconoció un escudero del PRO,

Entre las sesiones que no fueron también hay otra intriga. El diputado radical Martín Tetaz no tuvo éxito en llevar al recinto el dictamen de minoría de la reforma sindical para limitar las reelecciones de sus dirigentes y quitarle la obligatoriedad de los aportes. El diálogo con la mayoría de la conducción de la CGT incluyó quitarle apoyo a la reforma sindical a cambio de una tregua de fin de año. Para Macri es un punto tan infumable como la presunta polarización preferida de Milei con Cristina. El problema, reconocen en su partido, es el poco margen que tiene para tomar distancia sin correr el riesgo de aumentar el achicamiento que comprueba en las encuestas. «