«No basta hablar con la familia, acá necesitamos más. Que salgan al barrio, que hablen con los vecinos, que movilicen. Que hablen con todos aquellos a los que puedan convencer, que hagan el esfuerzo máximo hasta el domingo a las 18 horas”, arengó el gobernador electo de Córdoba Martín Llaryora este jueves. Reclamó buscar el voto casa por casa hasta el cierre de las urnas de este domingo. Lo hizo para cerrar una campaña clave. Este domingo se definirá el futuro de la pieza que le falta al schiarettismo luego de las elecciones del 25 de junio: retener el control de Córdoba Capital. Se trata del distrito urbano más populoso e importante de la provincia que elegirá nuevo intendente, en un duelo muy ajustado entre el candidato oficialista, Daniel Passerini, y el radical Rodrigo De Loredo, que busca quitarle el control de la Ciudad al schiarettismo y nacionalizar ese resultado a 20 días de las primarias nacionales del 13 de agosto.

Llaryora fue electo gobernador hace menos de un mes y desde entonces se puso la campaña municipal al hombro. El 9 de diciembre dejará de ser intendente de la capital y al día siguiente asumirá como mandatario provincial para suceder a Juan Schiaretti. Desde el 25 de junio se puso al hombro la campaña municipal, empeñado en que Passerini se transforme en su sucesor. La fórmula refleja las particularidades del «cordobesismo»: el candidato a intendente es acompañado por Javier Pretto como vice. Fue presidente del PRO cordobés hasta hace seis meses y luego de un acuerdo con Llaryora volvió al schiarettismo, el espacio donde comenzó su carrera política hace 20 años para ser intendente de La Carlota en tres oportunidades.

Pretto pactó completar la formula con Passerini a cambio de un tema que revela las conexiones del schiarettismo con el precandidato presidencial Horacio Rodríguez Larreta, que no prosperaron hace un mes.  «Me llamó Llaryora para un puesto muy importante en esta discusión electoral y cerré mi paso por el PRO. Me voy desilusionado. Vuelvo al peronismo cordobés, pero le planteé a Martín una condición: yo sigo trabajando para Larreta, porque entiendo que es la persona que necesita Argentina para salir de esta situación y encontrar un rumbo posible», detalló el candidato a vice cuando pegó el salto.

Este domingo hay 11 fórmulas para pelear la intendencia, pero el duelo será protagonizado entre los candidatos del schiarettismo y la fórmula de JxC, integrada por el radical Rodrigo De Loredo y la macrista Soher El Sukaria. Ambos son diputados nacionales, pero el candidato a intendente proviene del espacio Evolución Radical, que lidera el senador y precandidato a jefe de Gobierno porteño Martín Lousteau. El domingo pasado se anotaron un poroto a favor con la victoria de otro representante de ese sector en las primarias santafesinas. El radical Maximiliano Pullaro, que integra ER y es aliado de Rodríguez Larreta, le ganó la interna a Carolina Losada por casi el doble. Con ese antecedente, los radicales de origen universitario se hacen los rulos. Apuestan que el resultado santafesino de las PASO será este domingo un viento de cola para De Loredo y también para Lousteau en la interna porteña de JxC que se definirá el 13 de agosto. En esa jornada también habrá un desenlace para el duelo nacional entre Patricia Bullrich y el alcalde porteño saliente.

En las elecciones a gobernador cordobés del 25 de junio hubo más de 3.000.000 de electores para sufragar. La provincia comprende el 8,69% del padron nacional y este domingo hay un tercio que regresará a poner el voto para elegir intendente. Hay un millón de cordobeses y cordobesas habilitados por el padrón de la capital, aunque en los comicios de hace un mes la participación en la mayor ciudad de Córdoba fue del 67,77%, un punto menos del promedio provincial. Del millón de habilitados votaron 766.628 electores,  que marcaron una diferencia clave a favor del schiarettismo en una contienda muy reñida.

El 5 de julio la Justicia Electoral publicó los resultados definitivos de las elecciones para gobernador. La foto final reflejó una victoria ajustada de Llaryora sobre Luis Juez, de JxC. El gobernador electo obtuvo el 45.20% de los votos y le sacó 3,33% de ventaja a Juez, que reunió el 41.86%.

El dato rompió todas las previsiones de las encuestas, que anticipaban una diferencia de 10 puntos a favor de Llarayora. La diferencia fue siete puntos menor. JxC se impuso en todo el sur provincial, le ganó al peronismo en la Ciudad de Río Cuarto y cosechó una alta adhesión en el tramo cordobes de la zona núcleo de la pampa húmeda.

La performance de Llaryora en toda la provincia no fue la esperada, pero la pudo equilibrar con el resultado en la Capital, donde tuvo una ventaja más amplia. En las 3285 mesas capitalinas que funcionaron el 25 de junio, Llaryora sumó 333.480 votos y Juez alcanzó 277.216.  Hacemos por Córdoba le sacó más de diez puntos de ventaja a JxC. La incógnita de este domingo gira en torno al próximo veredicto.

En cada bunker se preguntan si hoy se repetirá esa diferencia a favor del schiarettismo que se registró el 25 de junio en la capital. Ante las consultas de este diario, cerca de Passerini y del equipo de De Loredo aseguraron que esperan una contienda «cabeza a cabeza» que podría arrojar un empate técnico o una diferencia leve que sólo sería saldada por el escrutinio definitivo. En el schiarettismo no perdieron la cautela, pero recordaron que habría una diferencia favorable a partir del registro de las elecciones para gobernador de hace un mes. Sin embargo, tienen el recuerdo fresco del error que tuvieron las encuestadoras en los pronósticos y ahora no arriesgan ninguna estimación. Hace cuatro semanas esperaban una ventaja amplia. Los costos de darle crédito a esas bocas de urna pusieron al oficialismo provincial en una situación de fragilidad. En Hacemos por Córdoba no esperaban una victoria tan ajustada, que finalmente se consolidó gracias a la ventaja mayor en el distrito capitalino.

De Loredo no se mueve en esa frecuencia. Considera que habrá un contagio del resultado de las primarias santafesinas, donde no sólo se impuso Pullaro frente a Losada, sino que JxC le sacó una amplia ventaja a Unión por la Patria. El resultado los posicionó ilusionados de una posible victoria en las generales del 10 de septiembre. Con ese antecedente tan cercano, los dirigentes nacionales del PRO y la UCR quieren aprovechar la foto de este domingo para exhibir en Córdoba Capital la unidad que no pudieron mostrar en Rosario, ante la durísima contienda entre Losada y Pullaro, que funcionó como una muestra fiel de la tensa competencia que separa a Bullrich de Larreta a 20 días de las PASO nacionales.

Para contener la virulencia y reencauzar la interna, los dos precandidatos presidenciales de JxC podrían mostrarse juntos este domingo en Córdoba, detrás de la figura de De Loredo. Ambos quieren tener un bunker conjunto en las primarias del 13 de agosto y podrían ejercitar la convivencia este domingo, sobre las tablas radicales de la capital mediterránea. La decisión final la sellarán los resultados. Si De Loredo pierde es posible que Bullrich haga lo mismo que hizo en Rosario el domingo pasado: reconoció la derrota pero no se mostró junto a Losada. Larreta hizo lo contrario y estuvo junto a Pullaro.

Para el peronismo cordobesista resta saber si la gestión municipal de Llaryora alcanza para retener la capital o si se vienen cuatro años con un gobierno provincial «post schiarettista» y una capital nuevamente en manos del radicalismo. El gobierno nacional hizo la mejor «no campaña» posible para el cordobesismo y guardó silenzio stampa, a la espera de saber hasta dónde llega el factor Llaryora, que este domingo tendrá un examen crucial. Algunos consideran que el electorado capitalino no elegirá una gestión contraria al signo político que gobernará la provincia y otros creen que se revertirá la escasa desventaja que dejó a Juez afuera de la gobernación. Otros acotan que el senador y excandidato a gobernador no es un buen aventón para De Loredo porque la gestión de Juez como intendente entre 2003 y 2007 sigue siendo un mal recuerdo. En el radicalismo se despegan de esa memoria. Apuntan que Juez era peronista y recuerdan que el actual candidato lleva ocho años trabajando para ser intendente. Este domingo a la noche se sabrá qué destino le darán las urnas. Entonces comenzará la cuenta regresiva para la última de las elecciones previas a las PASO de agosto. Serán el domingo 30 de julio para elegir al próximo gobernador de Chubut.