El presidente Alberto Fernández recibió este mediodía en la residencia de Olivos al comité de expertos compuesto por asesores médicos y científicos, para analizar los pasos a seguir en el marco de la pandemia coronavirus COVID-19. A tres días de que se venza el período de la cuarentena obligatoria, el mandatario escuchó las opiniones de los especialistas.

Tal como adelantó el ministro de Salud, Ginés González García, se espera que el aislamiento físico, preventivo y obligatorio continúe por lo menos hasta el 10 de mayo. El anuncio estará, como siempre, a cargo del propio presidente y se espera que se concrete durante este fin de semana.

Al igual que las dos veces anteriores en las que se extendió la cuarentena, el presidente recibió a los epidemiólogos para saber su punto de vista con respecto a la evolución de la circulación del virus. Concurrieron la embajadora especial de la OMS /OPS para América Latina y el Caribe, Mirta Roses; el director científico de la Fundación Huésped, Pedro Cahn; el titular de la Sociedad Argentina de Infectología, Omar Sued; el presidente de la Sociedad Argentina de Emergencias, Gonzalo Camargo; y los especialistas Ángela Spagnuolo de Gentile, Gustavo Lopardo, Florencia Cahn, Carlota Russ, Eduardo López, y Luis Cámera.    

Si bien cada uno dijo lo suyo, la necesidad de continuar con el plan de aislamiento encontró coincidencias totales. Desde esa posición tomada y aceptada por el presidente, se analizó luego la preocupación por la circulación comunitario del virus en el conurbano bonaerense y en las grandes aglomeraciones en general, donde la cantidad de personas conviven además con una mayor vulnerabilidad sanitaria, económica y social. Para ello será fundamental el proceso de testeo rápido con fines epidemiológicos que se pone en marcha desde mañana. Allí el objetivo no será establecer números de casos, de hecho los positivos no serán sumados al conteo oficial que realiza el Ministerio de Salud, sino poder diagramar una política de control sobre los llamados «positivos asintomáticos».

Por otro lado, los expertos pidieron poner todos los esfuerzos disponibles en el control de los geriátricos de todo el país y en mantener controlado el porcentaje de infectados dentro del grupo de los trabajadores de la salud. Ambos puntos formaron parte de la disparada de la cifra de muertos en España, Italia, Reino Unido y los Estados Unidos.

Por último, y con una incidencia mucho más local que internacional, se consensuó que la capacidad operativa del transporte público -colectivos, trenes y subtes- no debe superar el 30 por ciento, además de establecer controles estrictos en la utilización del tapabocas.