Vestidos con los habituales uniformes de la Policía Federal, que fueron obligados a abandonarlos, más de 600 agentes que hoy responden a la Jefatura de Gobierno se manifestaron frente a las puertas de la Casa Rosada y de la Legislatura Porteña para recriminarle a Mauricio Macri y a Horacio Rodríguez Larreta por lo que consideran un traspaso compulsivo e ilegal de una fuerza a otra.
Una de las primeras medidas que adoptó Macri como presidente fue la firma de un convenio con Rodríguez Larreta para fusionar gran parte de la Policía Federal con la estructura de la entonces Metropolitana y dar paso a la Policía de la Ciudad. Se trataba de un sueño que el ex Jefe de Gobierno porteño no pudo cumplir durante el kirchnerismo.
El convenio, cuestionado desde el primer momento por la mayoría de los agentes de la Federal, fue ratificado poco después en la Legislatura. Meses más tarde, el traspaso era un hecho: unos 19.300 de la Federal se fusionaban con 7.000 metropolitanos.
Cuando hicieron la transferencia fue una maniobra totalmente ilegal e inconstitucional porque la Policía Federal se rige por la Ley nacional 21.965 y el traspaso lo hicieron bajo un acuerdo en la Legislatura, explicó a Tiempo Jorge Nicolás Peralta, policía retirado y referente de Azules por siempre, una agrupación que impulsa la sindicalización del personal policial y se presenta como defensora de sus Derechos Humanos.
Peralta reconoció que no todos los efectivos federales transferidos quieren volver a la fuerza nacional, pero destacó que los díscolos son más de 5.000. Ayer le dimos en mano a una funcionaria que responde directamente a Macri mil pedidos de nuestros compañeros. Son reclamos individuales donde cada uno cuenta su situación, precisó el ex policía.
De manera poco creíble continuó Peralta-, esta mujer nos dijo que el presidente ya no tenía nada que ver con el tema. Que nos dirijamos a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich o a Larreta. Por eso, de Casa Rosada nos fuimos a la Legislatura, en Perú y Avenida De Mayo, donde también dejamos los pedidos mientras los 600 compañeros se pararon en fila, en frente y cantaban el Himno Nacional.
Los manifestantes se quejaron además de las sanciones a las que fueron sometidos varios agentes por haber hecho declaraciones públicas en contra del traspaso o por no querer entregar la credencial de la Federal.
En esa misma línea, indicaron que el gobierno porteño no cumplió con sus promesas de ser ecuánime ante los ex efectivos de la Metropolitana y la Federal: En la última camada de ascensos, primero fueron promocionados los policías de la Metro y recién después, completaron el cupo vacante con algunos de la Federal, agregó Peralta, quien precisó que un oficial ayudante de la Federal tras tres años de formación en la Escuela de Cadetes tiene menos jerarquía que uno de la Metropolitana que hizo sólo el curso de un año.
Por último, Peralta recordó que el año pasado la Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió por tres votos a favor y dos en contra que la Bonaerense no podía sindicalizarse. Es extraño porque para negarnos este derecho los jueces tuvieron en cuenta la Ley 21.965, la misma que el gobierno nacional y el de la ciudad desconocieron, concluyó.