La dirigente social Milagro Sala volvió al penal Alto Comedero, en la provincia de Jujuy, desde su su casa en el barrio La Ciénaga, donde cumplía prisión domiciliaria desde el 31 de agosto.
El traslado fue a las 7.45 de la mañana, por orden del juez Pullen Llermanos y se realizó en un auto gris sin patente que formaba parte del operativo dispuesto por el juez.
De acuerdo a lo que informó La Tupac, agrupación que conduce Sala, no permitieron que la dirigente se cambiara de ropa y la sacaron de la casa en piyamas, descalza y esposada.
Esto es un secuestro. Tras la resolución de la Cámara de Apelaciones que dispuso la revocatoria de la detención domiciliaria, Pullen Llermanos perdió jurisdicción sobre el expediente vinculado a la medida cautelar dispuesta por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), expresaron los abogados de la diputada del Parlasur a través de un comunicado emitido desde la Tupac.
«Hoy, a una semana de las elecciones, en día no hábil, el juez Pablo Pullen Llermanos dispuso por la fuerza trasladar a Milagro Sala al penal de mujeres. En su resolución dispuso ‘diferir la notificación a los letrados defensores a los fines de evitar que la imputada tome conocimiento anticipado de lo dispuesto’ violando así el legítimo derecho a la defensa. Tampoco pudieron acceder los abogados a la fundamentación, puesto que no hay personal en el juzgado en pleno fin de semana largo», denunca el escrito.
El viernes, la Cámara de Apelaciones de Jujuy concedió a la defensa de Milagro Sala el recurso a través del cual recurrió la decisión de los jueces Néstor Hugo Paoloni, Gloria María Mercedes Portal de Albisetti y Emilio Carlos Cattan de revocar la prisión domiciliaria. Desde ese momento, el juez que el sábado por la mañana ordenó el traslado de Sala, perdió la jurisdicción sobre la prisión domiciliaria.
«Lo que han hecho es un secuestro, la orden es de una ilegalidad absoluta y nos recuerda a lo sucedido en las peores épocas de nuestra historia, expresó Elizabeth Gómez Alcorta.