Unidad, comisión contra la proscripción de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y las PASO como mecanismo de elección de candidatos o candidatas fueron los tres puntos centrales del documento acordado por todas las fuerzas del Frente de Todos, reunidas en el quincho de la sede del PJ nacional.
Si bien el texto lo difundieron a las dos de la mañana de este viernes, ya estaba acordado de antemano. La mesa fue nutrida. En total fueron 33 dirigentes, entre ellos cinco gobernadores, seis intendentes, ministros, diputados y dirigentes bonaerenses. La sorpresa la dieron Máximo Kirchner y Sergio Massa. El documento final fue revisado por dirigentes de las tres patas de la alianza del Frente de Todos. El presidente fue el primero en hablar.
Por parte del kirchnerismo, los revisores del texto final fueron el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro y el ministro bonaerense de Desarrollo de la Comunidad Andrés “Cuervo” Larroque, presentes en el encuentro. Por parte del presidente Alberto Fernández, también titular del PJ Nacional, anfitrión de la noche, lo trabajaron el vicejefe de Gabinete Juan Manuel Olmos y el canciller Santiago Cafiero, asistentes a la mesa.
El titular de la CTA Hugo Yasky fue el encargado de proponer la creación de la comisión para trabajar contra la proscripción de la vicepresidenta. La iniciativa quedó plasmada en el texto, una forma de institucionalizar el reclamo que aparecía en las paredes de la calle Matheu con carteles que rezan: “Cristina 2023, proscripción un carajo”. En realidad, la movida anti proscripción ya había nacido en diciembre.
Es que, tal como contó Tiempo, una mesa de treinta dirigentes se junta cada quince días en Ensenada con el objetivo de juntar volumen político popular contra una eventual decisión de la Cámara de segunda instancia y la Corte Suprema deje firme la sentencia de seis años e inhabilitación para ejercer cargos públicos que pesa contra Cristina.
Lejos de vaciar el encuentro, el kirchnerismo en todas sus expresiones copó la mesa. Es que como fuerza política cuenta con figuras que este jueves lograron que el encuentro convocado por Alberto Fernández termine siendo un ámbito para institucionalizar la pelea política por la candidatura de Cristina.
Si bien el presidente había convocado en su tuit a “todas las fuerzas políticas que componen el Frente de Todos” -es decir, partidos políticos que componen el frente electoral- la convocatoria terminó siendo por sectores: gobernadores, intendentes y sindicalistas. Una forma más tradicional y afín a la construcción peronista.
Hasta el edificio de Matheu 130 fueron llegando el presidente, acompañado de Cafiero, Olmos, el flamante jefe de Gabinete Agustín Rossi, la ministra de Desarrollo Social Victoria Tolosa Paz y el secretario general de la Presidencia Julio Vitobello.
El kirchnerismo tuvo una delegación abultada. Estuvieron la senadora mendocina Anabel Fernández Sagasti, la intendenta de Quilmes Mayra Mendoza y los sindicalistas Abel Furlán y Sergio Palazzo. Por parte del massismo estuvieron la presidenta de la cámara de Diputados Cecilia Moreau, la titular de AySA Malena Galmarini, el ministro de Transporte Diego Giuliano, el diputado bonaerense del Frente Renovador Rubén Eslaiman y el intendente de San Fernando Juan Andreotti.
Los gobernadores que fueron y responden a la vicepresidenta Cristina Fernández son Axel Kicillof (Buenos Aires), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Jorge Capitanich (Chaco). En tanto, también fueron el massista Mariano Arcioni (Chubut) y Gustavo Bordet (Entre Ríos).
Los intendentes bonaerenses, además de la camporista Mendoza, fueron Mario Secco de Ensenada, Fernando Espinoza de La Matanza, Alberto Descalzo de Ituzaingó, Mariel Fernández de Moreno y Lucas Ghi de Morón.
Entre los sindicalistas, además del bancario Palazzo y el metalúrgico Furlán, estuvieron los titulares de las centrales obreras Hugo Yasky (CTA), junto a Héctor Daer y Pablo Moyano de la CGT. Por parte del Movimiento Evita fue Fernando “Chino” Navarro.
Aunque el clima de la reunión se oscureció hacia el final, en el inicio hubo espacio para cantarle el feliz cumpleaños a Máximo, en su día, a partir del saludo de “el Chivo” Rossi. Si bien no se discutió la gestión, tal como quería el kirchnerismo, sí se puso sobre la mesa que el gobierno tomó nota de todo lo que prometió y todavía no cumplió: en particular, la recomposición de los ingresos de las y los trabajadores.