La reconstrucción de dos salones de la Casa Nuestros Hijos, la Vida y la Esperanza fue la excusa perfecta de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora para recordar los 42 años de la primera ronda en la Plaza, que se cumplieron el 30 de abril. Inicialmente pensada para ese día, la actividad debió pasarse a este 2 de mayo por el paro del Frente Gremial y el feriado del día del trabajador. Pero eso no fue obstáculo para que el espacio luminoso que tiene el organismo en el Espacio Memoria de la ESMA se colmara de gente dispuesta a acompañarlas y abrazar una lucha que las tiene aún hoy, cuando superan largamente los 80 años, trajinando calles, y participando activamente de cualquier reclamo de los sectores populares.
La Casa fue reciclada a pulmón por un grupo de militantes que tomaron materiales que habían sido adquiridos hace varios años, pero quedaron inultilizados ante la falta de presupuesto para pagar la mano de obra que requería la reconstrucción. Las Madres lo hicieron saber: “El gobierno prohibió el trabajo de los cooperativistas para terminar las obras y se comprometió en una reunión que tuvimos a dar el dinero para hacer los trabajos pero nunca llegó. Estos jóvenes encontraron los materiales, los usaron y esta casa revivió”, sostuvo Haydeé Gastelú, actual presidenta de Madres Línea Fundadora y testigo de la primera convocatoria a la plaza alentada por Azucena Villaflor de Devincenti, luego secuestrada y desaparecida.
Junto a ella se sentaron en la primera fila Enriqueta Maroni, Lita Boitano (de Familiares de Detenidos y Desaparecidos), Vera Jarach, Taty Almeida y Nora Cortiñas, entre otras, los militantes que participaron de las obras, y quienes se encargaron de producir y montar la muestra fotográfica permanente “Juntas haciendo historia” que se inauguró en los nuevos salones, y que recorre aspectos poco conocidos del largo camino de las mujeres de los pañuelos blancos. También estuvo el titular de SUTEBA, Roberto Baradel, quién les entregó a las madres dos cuadros que recuerdan la participación de las Madres en las escuelas públicas y un homenaje a los trabajadores desaparecidos, y el ex secretario de Deportes, Claudio Morresi.
“La primera vez que nos encontramos fue un sábado 30 de abril, yo veía a Azucena hablar con una decisión tan fuerte que le tenía desconfianza. Me acerqué y le dije ‘disculpame, a vos quién te manda’ y ella me respondió: ‘todas juntas podemos hacer algo, separadas nunca nada, eso fue lo que nos unió y nos sigue uniendo”, relató Gastelú. Enriqueta Maroni acotó: “Cada madre comenzó su historia a partir de la desaparición de su hijo” y agradeció el trabajo de reconstrucción de la Casa y de la Tecnicatura de música popular que funciona en el espacio.
A ese agradecimiento se sumó Taty Almeida: “Queremos agradecer a este grupo de jóvenes militantes. No hay que tenerle miedo a la palabra militante, militantes eran nuestros hijos. Gracias, en nombre de los 30 mil», expresó, y advirtió sobre el “retroceso en materia de Derechos Humanos” que se produjo desde que está el gobierno macrista. “Está demostrado que no lo van a lograr”, dijo antes de pronunciar: “30 mil compañeros detenidos desaparecidos, ¡ahora y siempre!
“La palabra nuestra es compromiso –definió Nora Cortiñas- es compromiso con los 30 mil y con todos los trabajadores. Todos los días digo lo mismo para contrarrestar el odio que nos tiene este gobierno”. Bautizada por sus compañeras como “corre ve y dile” por la diligencia con que en los primeros años de las Madres, la inquieta Norita se encargaba de comunicar las novedades entre las mujeres, Cortiñas convocó a apoyar al juez Alejo Ramos Padilla en la causa que investiga las operaciones judiciales armadas con la AFI y que apuntan al fiscal Stornelli. “Tenemos mucho que hacer, sigan yendo a los juicios, tenemos testigos, abogados y abogadas que son un lujo. Dicen que las Madres hacemos política, y sí, desde que salimos a la calle hacemos política”, aseguró.
Vera Jarach llamó también a no abandonar la participación: “Algo tenemos que hacer. Cada uno de nosotros tenemos responsabilidad, cada uno puede aportar en este presente. Tenemos que defender la democracia y los sueños de nuestros hijos”.
La muestra permanente incluye material aportado por fotógrafos, retratos de las Madres y un sector muy especial dedicado a Adelina Alaye, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, conocida como «la madre fotógrafa», quien construyó un archivo personal sobre la dictadura que fue declarado por la Unesco como «Memoria del Mundo».
