En diálogo con Mañana Silvestre (Radio 10), uno de los camaristas denunciados, Enrique Arias Gilbert, consideró que la denuncia de Triaca en el Consejo de la Magistratura es una forma de presión política contra los jueces que fallan contra los intereses del gobierno.
Cómo es posible que porque uno opine lo que al ministro de Trabajo no le gusta, inician un jury de enjuiciamiento. Eso no es muy republicano, replicó el magistrado y agregó: No puede ser motivo de denuncia. Es prácticamente crear una policía del pensamiento. Si se sanciona a las personas por opinar algo, existe una policía del pensamiento.
El lunes, en diálogo con el programa No Nos queda Otra, de Radio Rebelde, el juez se había referido a las dificultades que tuvieron para revisar el caso. Los empresarios, incluida la banca internacional, no estaban poniendo inconvenientes. Por lo tanto, lo que se puso en juego fue un acuerdo al que las partes llegaron voluntariamente. Y lo que pasó es que apareció el estado sin ningún tipo de justificación a intentar impedir que funcione una institución como la paritaria. El conflicto inicial era tratar de sostener el hecho consumado de negarse a homologar un convenio e impedir un derecho fundamental. Lo que es clave acá, es sostener el estado de derecho, que a veces pareciera estar en peligro. Porque cuando te niegan derechos básicos, como el de reproducir tus condiciones de existencia, lo que sucede es la negación misma del estado de derecho. La ruptura total del contrato social, señaló.