Por la baja de contagios y el avance del plan de vacunación, el gobierno de Axel Kicillof anunció este martes que pedirá al Consejo Federal de Educación modificar el protocolo escolar para reducir la distancia entre alumnos y alumnas en las aulas y avanzar así hacia la «mayor presencialidad posible» en las escuelas de la provincia.
La novedad fue anticipada hoy por el gobernador Axel Kicillof al encabezar el reporte epidemiológico provincial, y explicó que obedece a que los casos de coronavirus ya cumplieron 13 semanas en baja en la provincia y a que el plan de vacunación avanza y alcanzó a más de 10 millones de bonaerenses. Pese a esos dos indicadores positivos, hay alerta porque se confirmó el primer caso de variante Delta comunitario.
«Han caído los casos y han aumento la cantidad de vacunados y sobre eso estamos presentando sugerencias de cambios en los protocolos de cuidado en las escuelas, lo que permitiría generar una mayor frecuencia en la presencialidad», anunció Kicillof.
En la actualidad, las escuelas bonaerenses siguen con la modalidad bimodal y por burbujas. Esto es: que los grupos de alumnos y alumnas concurren una semana de manera presencial y, a la siguiente, tienen clases por Zoom. Hay establecimientos en los que, por las dimensiones de las aulas y la matrícula, los estudiantes concurren todas las semanas a clases, aunque la cantidad es mínima.
La propuesta, que debe obtener la aprobación del Consejo Federal de Educación que reúne a todos los ministros de Educación del país, tiene como principal cambio la reducción de la distancia de 1,5 metros que rige hoy por protocolo, entre los pupitres adentro del aula. La intención oficial es achicarla para que más alumnos puedan concurrir todas las semanas a clases y avanzar a una situación de «casi normalidad».
«La distancia óptima sigue siendo 1,5 pero estamos proponiendo que la distancia admisible sea de 90 centímetros», explicó Kicillof y aclaró que, en los establecimientos en los que la distancia fuera menor a los 90 centímetros, reforzarán las medidas de cuidado con testeos, más ventilación y más medidores de dióxido de carbono.
El mandatario dijo que la propuesta es similar a la que se aplica en las escuelas de Estados Unidos. «Sin renunciar al distanciamiento, la idea es lograr que la presencialidad se dé lo más que se pueda, y en los establecimientos en los que no se pueda dar ese distanciamiento, reforzaremos con monitoreos, testeos y mayor ventilación», señaló.
En ese sentido, el gobernador estimó que son aproximadamente mil las escuelas sobre un total de 15 mil las pueden tener limitaciones por el espacio para cumplir con la distancia mínima de 0,90 centímetros. En esos casos, anticipó que la Dirección General de Cultura y Educación reforzará la cantidad de medidores de dióxido de carbono para vigilar la ventilación dentro de cada aula y que «no haya un brote».
Kicillof aseguró que que «en base a esta propuesta vamos a estar muy cerquita de la presencialidad plena» y dijo que si el Consejo Federal acepta, se implementaría «de forma inmediata y en todos los distritos habida cuenta que los problemas en todo caso son por establecimiento».
La propuesta de la provincia está en línea con los cambios en los protocolos que adelantó ayer el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, y que podrían aplicarse a partir de septiembre en busca de acercarse a la presencialidad completa. El funcionario se reunió ayer con especialistas en educación, salud, epidemiología, higiene y seguridad e infraestructura escolar del Consejo Asesor para el Regreso a las Clases Presenciales y ahora trabaja en una propuesta integral.
Los casos de coronavirus siguen en baja en la provincia. Los contagios llevan una caída acumulada del 86% respecto del pico de la segunda ola que ocurrió a fines de mayo. La última semana se registraron 1664 casos diarios en contraste con los 12 mil de mayo. La ocupación de camas de terapia intensiva, en tanto, está en un 52%. A esto se le suma que, desde el 15 de agosto, hay seis municipios que ya están libres de COVID.