El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) puso en marcha con el comienzo de esta semana la segunda etapa del proyecto forense para identificar soldados argentinos sepultados en el cementerio de Darwin, en las Islas Malvinas, como parte del Segundo Plan de Proyecto Hum (PPH 2), que consistirá en la exhumación de los restos de varias personas, ubicados en una tumba denominada C.1.10. El equipo de expertos también evaluará una zona llamada Caleta Trullo/Teal Inlet para investigar la posible existencia de una tumba con restos de soldados argentinos, según informó el CICR, a través de un comunicado.
Los trabajos de campo del equipo, que arribó el lunes pasado a suelo malvinense, se desarrollan cuatro años después del primer Plan Proyecto Humanitario en el cementerio de Darwin, y esos relevamientos permitieron identificar a 115 soldados argentinos gracias a las muestras de sangre aportadas por sus familiares. A diferencia del trabajo realizado durante los meses de junio y julio de 2017, cuando fueron exhumados 122 cuerpos de 121 sepulturas con la denominación «Soldado argentino solo conocido por Dios», en este caso la labor se centrará en una tumba colectiva –la denominada C 1 10- ubicada en Darwin, cerca de la cruz mayor que preside el camposanto. El PPH 1 fue la primera iniciativa de este tipo con un mandato conjunto específico de dos Estados, la Argentina y el Reino Unido, que se enfrentaron en un conflicto armado.
Por su parte, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Daniel Filmus, destacó que “la Argentina mantuvo con este acuerdo como una política de Estado desde 2012, que trasciende gobiernos y que ya permitió, después de muchos años de espera, que 115 familias puedan identificar y homenajear a sus seres queridos». A través de un comunicado, Filmus puso de relieve que «el objetivo principal es atender la angustia que todos estos años vivieron las familias de los soldados que dieron la vida por recuperar el ejercicio de la soberanía en las Islas Malvinas», al hacer referencia a la importancia del trabajo del equipo de expertos.
En tanto, el jefe de proyecto del PPH 2 del CICR, Laurent Corbaz, precisó que «el objetivo principal de nuestro trabajo es que los familiares puedan hacer su duelo con dignidad». «Se han vivido muchos años de incertidumbre, por lo cual haremos lo posible para brindarles respuestas. Los familiares de quiénes han fallecido en conflictos armados tienen derecho a que se identifique a sus seres queridos: es un requisito establecido por el derecho internacional humanitario», señaló.
El relevamiento es realizado por un equipo de seis integrantes, entre ellos, cinco especialistas forenses, que desarrollan tareas de exhumación, análisis, toma de muestras y documentación de los restos que se hallen en la tumba C.1.10. Esta tumba no fue analizada en el marco del PPH 1, proyecto que se limitaba al análisis de las tumbas sin nombre, ya que desde 2004, en ella figuran los nombres de cuatro soldados argentinos caídos. Sin embargo, tras el PPH 1, se confirmó que los restos de tres de esos cuatro soldados se hallaban en otras partes del cementerio. A partir de esa confirmación, surgió la necesidad de esclarecer las identidades correspondientes a los restos sepultados en la tumba C.1.10.
Según informó en un comunicado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), «se hará todo lo posible para preservar la dignidad de los fallecidos a lo largo de todo el proceso forense». Se precisó además que, como parte de ese proceso, se exhumarán los restos humanos y se tomarán muestras cuidadosamente en un laboratorio temporal construido ‘in situ’, gestionado por el CICR en función de los objetivos de la operación. El análisis de las muestras estará a cargo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que en su laboratorio ubicado en la provincia de Córdoba realizará los procesamientos y cruzamientos de información entre los perfiles genéticos de las muestras y las aportadas por familiares en el proceso de 2017.
«Desde el @EAAFoficial participamos en la investigación previa, las entrevistas y notificaciones a familiares en #Argentina, la misión #forense en la islas #Malvinas y realizamos los análisis de ADN con fines identificatorios en nuestro Laboratorio de Genética Forense #orgulloEAAF», aseguró el EAAF en su cuenta de Twitter. Algunos integrantes del equipo del CICR permanecerán en las islas a la espera de los resultados del laboratorio. El CICR emprendió esta misión humanitaria «en estricto cumplimiento de su mandato, en tanto que informó llegado el momento, se comunicarán las novedades correspondientes». El proceso de identificación a los soldados argentinos se inició en 2012, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, cuando se envió una carta al CICR para solicitar su intervención con el objetivo de hacer posible la identificación de los restos de los combatientes fallecidos y enterrados como NN en el cementerio de Darwin.
En tanto, en 2013 se conformó un equipo de trabajo bajo la coordinación del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos para elaborar protocolos que permitieran obtener información de cada familia sobre su ser querido caído en Malvinas. Desde entonces, un equipo constituido por miembros del EAAF, funcionarios de los ministerios de Justicia y Desarrollo Social más la Escribanía General de Gobierno y el Centro Ulloa de asistencia psicológica, realizó entrevistas y tomó muestras en todo el país a los familiares de los combatientes fallecidos, con el objetivo de crear un banco de sangre.
En diciembre de 2016, la Argentina y el Reino Unido firmaron el primer acuerdo para iniciar las tareas de identificación en junio de 2017 y cuatro años después, en marzo pasado, se firmó el segundo acuerdo para posibilitar los trabajos en las islas. No obstante, en esta oportunidad, la pandemia de coronavirus y los protocolos de las islas obligaron al equipo a realizar una semana de aislamiento preventivo en uno de los hoteles de Puerto Argentino, antes de comenzar hoy, con los trabajos forenses en el campo. Finalmente, esta mañana, el equipo se trasladó a Darwin –ubicado a casi 90 kilómetros de Puerto Argentino- y allí montó un laboratorio, tal como se hizo en la primera etapa, en el cual se realiza un primer análisis de las muestras óseas exhumadas de la tumba colectiva