Con la lectura de la acusación contra los exmilitares Alejandro Salice y Roberto Sifón, comenzó este viernes cerca del mediodía el juicio “Sheraton IV”, el cuarto tramo de esta causa que juzga crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en la subcomisaría de Villa Insuperable, La Matanza.
La subcomisaría dependía de la Comisaría 3° de La Matanza, pero sus calabozos eran utilizados como lugar de cautiverio clandestino por el Grupo de Artillería Mecanizada N°1 del Ejército (GAM 1), que estaba ubicado en Ciudadela, partido de Tres de Febrero.
Los acusados integraron la Plana Mayor del GAM. Salice como jefe de Logística y Sifón como jefe de Finanzas de la unidad militar entre 1976 y 1978, por lo que tuvieron autoridad directa sobre lo que ocurría en el centro clandestino de detención.
Desde el área de Logística, Salice era el encargado de proveer los medios materiales para realizar las distintas operaciones, tanto de seguridad como de aniquilamiento, y Sifón, desde Finanzas, era quien controlaba los recursos económicos para que toda la estructura funcionara. Desde esos roles, no podía desconocer los crímenes cometidos.
Tras poco más de una hora de lectura de los cargos, el Tribunal Oral Federal 1 de la Ciudad, integrado por Ricardo Ángel Basílico, José Michilini y Adrián Grunberg, dio por iniciado el debate, que continuará el próximo 2 de diciembre.
Con este debate se completa el juzgamiento de todos los roles de la Plana Mayor del GAM 1. En los dos juicios anteriores que se realizaron por tres tramos del expediente ya fueron condenados Rodolfo Enrique Godoy, quien fue subjefe del Grupo de Artillería y jefe de la Plana Mayor; Manuel Cunha Ferré, jefe del área de Inteligencia; Roberto Obdulio Godoy, jefe de Operaciones, y Ricardo Alberto Pascual, jefe de Personal.
Salice y Sifón están acusados como partícipes necesarios de los delitos de privación ilegal de la libertad y tormentos de 26 personas que estuvieron cautivas en el “Sheraton”, entre las que se encuentran el sociólogo Roberto Carri y su esposa, la profesora Ana María Caruso, el cineasta Pablo Szir y el escritor y guionista de historietas Héctor Germán Oesterheld. También están acusados por su responsabilidad en el asesinato el 17 de diciembre de 1976 de Carlos Hobert, dirigente de Montoneros, y su compañera Graciela Maliandi durante un operativo represivo.
El CCD “Sheraton” fue denominado así por los propios represores por las supuesta mejores condiciones que en otros centros clandestinos de detención y por la presencia de artistas e intelectuales entre las personas detenidas. Muchas de las víctimas pudieron comunicarse por carta o teléfono con sus familias, sin embargo, todas las personas que tuvieron a acceso a esa posibilidad fueron luego desaparecidas.
El vínculo con GAM 1 quedó probado en los juicios anteriores, ya que varias detenidos realizaron trabajo esclavo relacionado con su trayectoria política e intelectual, como menciona Ana María Caruso en una carta a sus hijas. “A esa oficina vamos a trabajar casi todos los días. El otro día vinieron de visita 6 generales, entre ellos Vaquero, Sasiain, Jáuregui y Martínez, y nos preguntaron algunas boludeces. Los que estábamos allí no éramos todos sino un seleccionado de 4 solamente, entre los que estábamos papá y yo. Yo era la única mujer (y a los milicos les cuesta mucho aceptar que una mujer labure en una oficina de ellos)”. Tanto Ana María como su marido, Roberto Carri, permanecen desaparecidos.