La nueva cepa de coronavirus detectada originalmente en el Reino Unido y que aumenta la capacidad de contagio en un 70% no llegó a la Argentina. “En el ANLIS-Malbrán secuenciamos 135 genomas de Covid y en ellos no se observó ninguna de las mutaciones asociadas a la variante de Reino Unido. Tampoco a la de Sudáfrica o a la que apareció en Río de Janeiro”, confirma Claudia Perandones, directora científica del centro nacional de referencia para la prevención, control e investigación de enfermedades.
“El lunes lo informamos en la reunión de expertos y, en conjunto con el ministro de Salud, Ginés González García, lo que decidimos fue hacer una vigilancia epidemiológica genómica muy activa”, añade. A raíz de esto se procederá a secuenciar todos los casos de Covid-19 positivos de individuos que hubieran regresado al país desde regiones en las que se describió la circulación de las nuevas cepas de coronavirus.
Para optimizar este proceso, la Argentina adquirió este miércoles un secuenciador de última generación que llegará al país en la primera quincena de enero. “Esto nos servirá para saber si circula la nueva cepa, pero también si las vacunas sirven o si hay que realizar modificaciones en el suero hiperinmune”, añade Perandones.
–Los especialistas dicen que un virus como el Covid-19 suele tener mutaciones. ¿Por qué la variante del Reino Unido generó tanta preocupación?
–La tasa de mutación de un virus ARN se estima en una o dos por mes. Pero la variante del Reino Unido, conocida por el nombre de su linaje, B.1.1.7, presenta 23 mutaciones. Probablemente no ocurrieron todas a la vez, pero sí muy cercanas en el tiempo. Además, llama la atención los lugares del genoma viral donde se produjeron las mutaciones: hay nueve en la espícula viral, que es la parte que interactúa con los receptores de la célula humana para ingresar y continuar proliferando. Las mutaciones le confieren más afinidad y avidez por unirse al receptor, y por eso su transmisibilidad es 70% mayor. Fue detectada por primera vez el 20 de septiembre, y hoy ya es responsable de casi seis de cada diez casos en todo el Reino Unido.
–La gente se contagia más fácil, ¿pero es más peligrosa?
–No se han visto cuadros de mayor severidad o mortalidad. Todo el universo de los afectados en el Reino Unido van de los 11 a los 71 años y no hubo aumento de severidad en adultos mayores tampoco.
–¿Y cómo son las cepas de Sudáfrica y Río de Janeiro?
–Las dos tienen mutación en la espícula, como la de Reino Unido, pero por ahora no tienen asociada una mayor contagiosidad. La que se detectó en Sudáfrica es la más parecida, porque también tiene una mutación que hace que exista mayor afinidad de la unión por parte de la espícula al receptor de la célula humana. Pero vamos a tener que esperar todavía para conocer sus implicancias, porque estas fueron descubiertas recientemente, y la de Reino Unido ya lleva cuatro meses desde su identificación.
–¿Qué encontraron en los virus que circulan en el país?
–El 8 de abril, el Malbrán fue de los primeros en laboratorios en la región en secuenciar el genoma de Covid y desde entonces hemos estado secuenciando. Notamos algunos cambios, pero nada que incremente la contagiosidad o la severidad. Lo más interesante fue que al analizar las muestras de los barrios vulnerables pudimos identificar una signature (firma, en inglés) que cambiaba según el barrio. No era un cambio funcional del virus, pero la marca nos permitía inferir de qué lugar era la persona. Eso permite saber si el contagio se produjo ahí o en otro lugar. Ampliando el muestreo, podríamos incluso conocer cómo ha sido el acatamiento de las medidas de aislamiento y distanciamiento en todo el país.
–¿Qué capacidad para secuenciar genomas tenemos actualmente?
–Hasta diciembre de 2019, en ANLIS teníamos un solo secuenciador de última generación que nos había dado la Food and Drug Administration (Agencia de Seguridad de Alimentos y Medicamentos, de EE UU), porque se interesó en el trabajo que hacíamos. Cuando asumió este gobierno le pedimos al ministro que nos comprara un secuenciador para tener uno propio, y en marzo lo recibimos. Pero en julio, la FDA aprobó un secuenciador específico para Covid y este miércoles se firmó la orden de compra. En la primera quincena de enero esperamos tenerlo acá. El nuevo equipo tiene capacidad para secuenciar 3072 muestras cada 24 horas. Hasta ahora podíamos hacerlo con entre 300 y 400 muestras semanales. También vamos a poder evaluar si las vacunas sirven o si es necesario cambiar la genética del inmunógeno que se les pone a los caballos para realizar el suero hiperinmune, un tratamiento recientemente aprobado por Anmat que reduce la mortalidad hasta en un 45% de los casos graves.