El juez federal Ariel Lijo citó a indagatoria a dos hijas de los dueños de la imprenta Ciccone Calcográfico que hasta ahora eran consideradas “testigos” en la causa por la que está condenado el ex vicepresidente Amado Boudou.
Se trata de Olga Beatriz Ciccone, “Bettina”, hija de Nicolás Tadeo Ciccone, condenado a cuatro años y medio de cárcel, y Silvia Noemí Ciccone, hija del fallecido Héctor, quienes deberán declarar los días 16 y el 17 de noviembre, a las 11.
Lijo aclaró que el llamado a indagatoria le fue ordenado por la Sala Primera de la Cámara Federal. “Relévese a Olga Beatriz Ciccone y Silvia Noemí Ciccone del juramento de decir verdad prestado al momento de recibirles declaración testimonial y convóqueselas en los términos del artículo 294 del Código Procesal Penal de la Nación”, es decir declaración indagatoria.
Se les imputa “haber participado en la maniobra por la cual Amado Boudou junto a José María Núñez Carmona adquirieron la empresa quebrada y monopólica Ciccone Calcográfica, mientras Boudou era Ministro de Economía, a través de la sociedad The Old Fund y de Alejandro Vandenbroele”.
El objetivo de esa operación –añade la acusación- tuvo como “fin último de contratar con el Estado Nacional la impresión de billetes y documentación oficial”.
Lijo sostuvo que “Boudou, aprovechando su condición de funcionario público, y Núñez Carmona, acordaron con Nicolás y Héctor Ciccone la cesión del 70% de la empresa Ciccone Calcográfica a cambio de la realización de los actos necesarios para que la firma pudiera volver a operar y contratar con la Administración Pública”.
“Boudou tuvo injerencia, de forma directa, presenciando las reuniones para la adquisición, y, junto a Rafael Resnick Brenner -Jefe de asesores de la AFIP- y Guido Forcieri -Jefe de Gabinete del Ministerio de Economía- en el trámite de un plan de pagos ilegal en AFIP. Asimismo, intervino, a través de personas interpuestas, en los actos necesarios para el levantamiento de la quiebra, con el objetivo de obtener el certificado fiscal para contratar con el Estado Nacional”.
La imputación describe conductas que se le reprochan a Olga Ciccone, pero no así a Silvia Ciccone.
Olga Ciccone habría mantenido una reunión con Núñez Carmona, quien “habría nombrado frecuentemente a Amado Boudou a fin de señalar el respaldo estatal con el que contaba la operación”.
Luego, acordaron el rescate de la empresa. “La estructuración y diseño de la operación, así como la redacción de los contratos estuvo a cargo de Vandenbroele y en la reunión en la que se suscribió el acuerdo, también habría participado Pablo Amato, junto con Núñez Carmona, Vandenbroele, Nicolás y Olga Ciccone”.
Olga Ciccone declaró como testigo en diciembre de 2013 y su relato complicó a Boudou. Los Ciccone habían publicado poco antes una solicitada en los diarios en la que desligaban al entonces vicepresidente del rescate de la empresa. Pero a fines de 2013 modificaron la estrategia y se asumieron como víctimas de la supuesta maniobra.
Silvia Ciccone, por su parte, declaró en febrero de 2014 y confirmó una reunión entre su padre y Amado Boudou. Héctor Ciccone murió en junio de 2012 y, claro está, no pudo confirmar el relato de su hija.