Incluso en medio de la crisis, una crisis que se profundiza y que algunos especialistas ya comparan con las de 1989 y 2001, la Argentina tiene sus misterios. Son, si se quiere, leyes no escritas de la estadística. O también mitos de los encuestadores, que se revalidan con cada elección. En el análisis de opinión pública se suele decir que el distrito bonaerense de Lanús –por su conformación poblacional– anticipa el resultado de la provincia de Buenos Aires. O que los sondeos de la provincia de Entre Ríos terminan coincidiendo con el resultado nacional. Se trata de leyendas que circulan en el mundo de las consultoras. Otra repetición de la historia, confirmada varias veces en los últimos 30 años, que refleja que las turbulencias sociales comienzan siempre en el Gran Rosario y/o en los barrios y asentamientos que se extienden entre los partidos bonaerenses de Moreno y San Miguel. Esta condición particular de algunas zonas de la Argentina, que funcionan como laboratorios que adelantan lo que viene –en materia electoral, en materia social–, se produce también en materia de empleo y desocupación. Así lo advierten los economistas. Sucede que algunas ciudades del país, por su entramado productivo, tienen la capacidad de adelantar los procesos económicos que se están produciendo más gradualmente en el resto del país.
Los economistas hablan, en rigor, de ciertas aglomeraciones urbanas que registran con mayor potencia y velocidad los ciclos económicos que atraviesa el país. Son ciudades «pro-cíclicas», en el sentido de que cuando la actividad productiva y el comercio están en alza muestran el impacto positivo de esa aceleración mucho antes que el resto. Lo mismo sucede a la inversa: cuando lo que prima es la recesión y el estancamiento, estas ciudades –definidas como «mercados laborales testigos» por los especialistas que trabajan estos temas– muestran ese descenso mucho antes, y de manera más pronunciada. Un rasgo común de estos centros urbanos es que no son capitales de provincia. Esa condición explica por qué el empleo público no es tan significativo en cada una de ellas: los poderes públicos del Ejecutivo provincial, se sabe, tienen su base en las capitales y, por eso, implican un número importante de plantilla estatal.
En la última semana, un dirigente de la oposición puso el foco sobre la actualidad de este tipo de ciudades que funcionan como laboratorio o casos-testigo. Fue el diputado Agustín Rossi (FpV-PJ), uno de los candidatos lanzados para la presidencial. Rossi se refirió a Rosario, Mar del Plata, Comodoro Rivadavia, Concordia y Bariloche. El jefe del bloque del kirchnerismo en la Cámara Baja alertó sobre el deterioro de los indicadores en cada una de esas aglomeraciones y, además, se valió de los números de un estudio realizado en Rosario por el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO), que dirige el economista Andrés Asiain. El sondeo registró en Rosario una desocupación del 13,3% en diciembre de 2017. En esta misma semana, el economista Arnaldo Bocco escribió una columna en Ámbito Financiero en la que advirtió sobre un deterioro acelerado en esos cinco «mercados laborales testigo»: no casualmente Rosario, Mar del Plata, Comodoro Rivadavia, Concordia y Bariloche.
Consultado por Tiempo, Bocco aseguró que el proceso que comenzó primero en Rosario –un salto de la desocupación, que en su opinión ya supera los dos dígitos– se está expandiendo sobre otros centros urbanos con características similares. «Estas ciudades, por sus tramas empresarias vinculadas con el mercado local y los mercados regionales, acusan rápidamente un comportamiento que copia el ingreso promedio local. Cuando caen las ventas del sector comercial y de la pequeña industria un 30% o 40%, esos sectores automáticamente colapsan. Primero comienzan a desprenderse de gente los locales comerciales y las pequeñas empresas, pero luego cierran directamente. Y esto se ve en todas partes, aunque haya situaciones diferentes», analizó Bocco en diálogo con este diario.
Las mediciones sobre el nivel de desempleo que manejan economistas como Asiain y Bocco superan los registros de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec. Sin embargo, y más allá de las discusiones y desconfianzas generadas por los cambios metodológicos en el registro de la desocupación que implementó el instituto en los últimos dos años y medio, los números de la propia EPH del primer trimestre 2018 muestran un deterioro indisimulable respecto del cuarto trimestre de 2017. Sobre todo en Rosario y en Concordia, con un alza no tan extrema pero también significativa en Comodoro Rivadavia. La única excepción que muestra el estudio del Indec es Mar del Plata. En Rosario, por ejemplo, el desempleo subió del 7,6% (4/2017) al 9,2% (1/2018). El salto en Concordia –casi se duplicó– fue del 4,6% (4/2017) al 8% (1/2018). En la petrolera Comodoro la desocupación pasó del 3,7% al 4% para los mismos períodos. «
Denuncian estafa con una obra en Tierra del Fuego
Gustavo Ventura, referente de FORJA en Tierra del Fuego, recibió a empleados de la firma Copersa, que desde abril no perciben sueldo. Copersa es la empresa que ganó la licitación para la ampliación del puerto de Ushuaia y prometió su apertura, junto con el gobierno nacional y provincial, para 2019.
«Hoy, julio 2018, la obra aún no arrancó ni con los exámenes de suelos –remarcó Ventura–. Estamos frente a una estafa no sólo a los empleados sino a todos los fueguinos. La empresa cobró un adelanto de 43 millones de pesos, invirtió menos de 5 millones en la provincia y se llevó el resto del dinero sin pagar siquiera los sueldos».
Luego, el dirigente agregó: «Nos sumamos al reclamo de Uocra por los trabajadores y a la movilización que se está programando, si en 15 días no regularizan los sueldos y comienzan los trabajos programados».
El dirigente también se refirió al impacto en el turismo por la no realización de la obra: «Se prometió, desde el gobierno provincial, a los operadores de cruceros que se llegaba con la ampliación del puerto para 2019. Los operadores programaron el ingreso de cruceros de mayor tamaño porque contaban con el puerto ampliado. Ahora esto es un cachetazo a la imagen de Tierra del Fuego; la falta de seriedad y los niveles de corrupción que se manejan son escandalosos». «