Un invierno con temperaturas extremas, muchas veces bajo cero. Un Estado paralizado por tomas y vaciamiento presupuestario. Crisis en la cadena de pagos con cierres –ya cotidianos– en los comercios de las principales ciudades. Trabajadores que cobran sus haberes en tres partes y que tienen congelado el sueldo desde hace más de un año. Ochenta días sin clases. La postal que muestra Chubut es un espejo que puede adelantar el futuro. Al menos para las provincias muy endeudadas. La adhesión al pacto fiscal agrava aun más el escenario. Porque ese compromiso implica límites muy bajos a los incrementos salariales, cuestión sensible para distritos que por cuestiones geográficas y logísticas conviven con costos adicionales en los precios de los productos básicos. Todos los condimentos confluyen en la gestación de una crisis –económica y política– que en Chubut ya derivó en varios episodios de represión.
Para sumar otro factor que potencia los problemas, Chubut está viviendo las consecuencias de una sucesión inesperada al frente del Ejecutivo. Tras el fallecimiento de Mario Das Neves, hombre fuerte de la provincia por casi dos décadas y tres veces electo gobernador (en 2003, en 2007 y en 2015), la provincia quedó en manos de su vice, Mariano Arcioni. En la última elección legislativa, Arcioni encabezó la lista de diputados nacionales por el partido dasnevista Chubut Somos Todos. Hoy es el gobernador de una provincia que está ¿casi? en cesación de pagos: en Rawson, en Puerto Madryn y Esquel se menciona como una posibilidad inminente que el Estado provincial cancele sus deudas con los proveedores emitiendo un título. Sería el regreso de las temidas «cuasi-monedas», que se convirtieron en parte del paisaje en 2001.
Queda claro: el panorama general que condiciona la negociación paritaria de los 47 mil empleados estatales de la provincia –de los cuales 17 mil son docentes– no es fácil. Y el gobierno nacional, por ahora, monitorea lo que pasa pero sin ayudar directamente con envíos de fondos. Desde la dirigencia sindical advierten que la intención de la Casa Rosada es condicionar un mayor despliegue de auxilio financiero a que los chubutenses aprueben la explotación minera a cielo abierto de lo que algunos especialistas definen como la mayor reserva de plata del mundo, ubicada en la meseta del norte de Chubut, entre las localidades de Gan Gan y Gastre. La minería a cielo abierto genera resistencia en la provincia patagónica. Es en este contexto que el viernes pasado, tras una negociación de larguísimas horas que encontró a los funcionarios del gobierno provincial y a los representantes sindicales de los docentes encerrados en el Hotel Deportivo Rawson, la paritaria pareció llegar a un punto límite.
La administración provincial ofreció un aumento de 1200 pesos al salario básico testigo a pagarse a partir de julio, con la continuidad de un bono remunerativo vigente del año pasado y la implementación de una cláusula gatillo ante la eventualidad –muy probable– de una aceleración inflacionaria en los últimos dos trimestres de 2018. Todos los trabajadores del Estado provincial tienen congelado el sueldo desde mayo de 2017, a pesar del enorme impacto que tienen la inflación, el tarifazo y la devaluación, con el traslado a precios locales de la suba del tipo de cambio. El atraso en el poder adquisitivo se ve agravado por la decisión que tomó la gobernación a partir del sueldo de marzo: la de depositar en tres tramos los haberes de los docentes, judiciales, trabajadores de Vialidad y otros estatales de Chubut. Estos antecedentes, más la distancia en los números, llevaron a los delegados de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Chubut (ATECh) a rechazar la propuesta oficial. «Nosotros estamos pidiendo que el (salario) básico pase de 8426 pesos a 12 mil pesos. Por eso rechazamos la propuesta. Lo mínimo que podemos llegar a discutir son 1500 pesos de aumento al básico. Con una oferta en la que pongan un mínimo de 1500 pesos, que sería un 17,8% de aumento, más la cláusula gatillo para los dos últimos dos trimestres, según lo que dé la inflación del IPC (Índice de Precios al Consumidor) Patagonia del Indec», explicó el secretario general de ATECh, Santiago Woodman, en diálogo con Tiempo.
Tras el rechazo por parte de los docentes a la oferta transmitida por los ministros Alejandro Garzonio (Economía) y Graciela Cigudosa (Educación), la gobernación anunció que daba por fracasada la negociación. Entonces dejaron entrever que el aumento de 1200 pesos más cláusula gatillo se implementará unilateralmente y por decreto, siguiendo el modelo porteño. En Chubut, la tensión se mantiene con un escenario de incertidumbre. El gobierno provincial ya se dejó llevar por la tentación represiva: el último episodio desencadenó un paro nacional docente de 24 horas con movilización en todo el país –convocado para el próximo martes– en repudio a lo que ocurrió en Chubut.