China concluyó la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular en la que se planteó el objetivo de liderar la innovación en sectores clave de la tecnología y apuntalar su crecimiento económico. “Es una ratificación interesante del rumbo que sigue China, aunque hay poco de rectificación. Si bien establece una pauta para el crecimiento económico, este año habrá un poco más de flexibilidad”, afirmó el economista Gustavo Girado, experto en el gigante asiático.
Aunque el gobierno chino “parece estar bastante seguro del rumbo económico, no sabe qué harán sus socios comerciales” tras un año de desplome de la economía mundial. Girado destacó que China fue el único país del G20 que creció. Pero, al mismo tiempo, por primera vez estaría siendo precavida para no disparar expectativas. “Un partido, un régimen de cuasi partido único, cuando no las cumple, es atizado por los organismos multilaterales. En este caso, China abre el paraguas”. El Banco Mundial, el FMI y consultoras privadas hablan más del 7% de crecimiento este año, las autoridades hablan solo de más del 6 por ciento.
Girado –economista por la Universidad de Buenos Aires y magister en Relaciones Internacionales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso)– destacó que el nuevo plan quinquenal 2021-2025 “pone en consideración la profundización de su carácter innovador”. Y detalló que “las patentes activas que China está registrando serán insertas en el sistema productivo”, agregó.
Las innovaciones contemplan “entre 10 y 15 sectores en los que busca estar a la vanguardia tecnológica, como energías limpias, autos eléctricos y biotecnología”. El autor del libro ¿Cómo lo hicieron los chinos? señaló entre esos objetivos a la industria de los semiconductores.
“China nunca fue vanguardia en la elaboración de semiconductores. Sí en pensarlos, pero no en su impresión. Las pocas fábricas en el mundo están estrechadas con capitales de EE UU. China las necesita, en tanto Huawei encontró trabas para desarrollarse”, explicó. Esas trabas se relacionan con sanciones impuestas durante la administración de Donald Trump.
“China se está apurando para desarrollar empresas de semiconductores –abundó Girado, también docente en las universidades de Lanús, La Matanza y Buenos Aires–, es infernal la ingente cantidad de recursos que requiere, no solo de ingenieros, sino para la impresión”. En tal sentido, puntualizó que con la tecnología 5G y la Inteligencia Artificial se requieren semiconductores más pequeños. El problema es que China tiene esta tecnología parcialmente, “no tiene el proceso completo” y, para poder completar el ciclo, “depende de lo que diga el presidente (Joe) Biden”.
Por otra parte, Girado adujo que Beijing busca ganar terreno en la estandarización productiva. “Todas las tecnologías más avanzadas tienen características establecidas por la industria que las produce primero. Es la potestad de establecer el parámetro”, remarcó.
China “tiene que aceptar que las cosas que hace las hace a partir de un estándar establecido en Occidente”, aunque es la única potencia “que compite por espacios de hegemonía con empresas occidentales”.