El miércoles la oposición intentará llevar al recinto una vez más la habilitación para allanar las oficinas y domicilios de la expresidenta Cristina Fernández. «Si se consigue el quórum, vamos a estar ahí dando la discusión», aseguraron desde el despacho de la senadora. Es que el miércoles pasado, el oficialismo quedó expuesto a un papelón cuando fracasó la sesión, entre otras cosas por la ausencia de Esteban Bullrich.
Desde el despacho de la expresidenta descartan cualquier concederle algo Bonadio: argumentan que no es el juez natural de la causa y que admitir el allanamiento es legitimarlo. En simultáneo, el oficialismo viene presionando a Miguel Ángel Pichetto para que vote a favor de los allanamientos y el desafuero de CFK. El entorno del senador le adjudica al oficialismo los hashtags alegóricos en las redes sociales y una manifestación convocada para el martes.
Pichetto ratificó que votará a favor del allanamiento, pero en contra del desafuero, para marcar coherencia tras años de defensa de los fueros de Carlos Menem, sobre el que pesa una condena.
Entre tanto, el FpV volvió a presentar en el Senado un proyecto de ley para que el Congreso realice una auditoría integral de la Obra Pública durante la gestión K.
A su vez, la propia CFK rompió el silencio esta semana para desmentir la acusación del «arrepentido» Gabriel Romero, quien la acusó de haber firmado un decreto a cambio de dinero. La senadora publicó en las redes sociales el trámite paso por paso que exigió la revisión del contrato de concesión de la Hidrovía Paraná-Paraguay y calificó de «escandaloso» el uso «extorsivo» de la figura del arrepentido. «