Sin silla no tenés equipo repite Alberto, miembro del equipo de básquet de sillas sobre ruedas de Ensenada, mientras se acomoda entre las primeras filas para ver y escuchar a Cristina Fernández de Kirchner en el acto en el que organizó el intendente local, Mario Secco, para declararla Visitante Ilustre. El deportista discapacitado (o “rengo”, como dice él) fue a agradecer: “Cristina nos dio todo”, dice. Algo similar dirá a Tiempo poco después Luis, el presidente de la cooperativa Futuro Ensenadense, ubicada en el barrio Mosconi, que la ex presidenta fue a conocer. A ellos y a la multitud que la escuchó debajo del escenario primero, y a los 400 militantes y dirigentes que participaron del plenario de la región en el Teatro Municipal de Ensenada después, Cristina los convocó a no perder lo ganado en los últimos años: llamó a la unidad, a la organización y a “construir una nueva mayoría”. También advirtió: “vienen por la libertad para después destruir la igualdad”. 

Apenas unas horas después de que la Corte Suprema frenara el tarifazo del gas, Cristina retomó el llamado a la construcción de un Frente Ciudadano al que había convocado el 13 de abril frente a los tribunales de Comodoro Py: “Tenemos que tener una tarea de militancia y docencia, de convencimiento. Pero ya no se trata de que voten a alguien, ahora es más fácil porque se trata de convencer a cada compatriota, a cada vecino, que se defienda para que no le saquen lo que ha logrado en estos años”, sintetizó en el plenario con la militancia.

La visita de la ex presidenta a Ensenada comenzó con la visita a la cooperativa de 52 trabajadores, que nació el último año de mandato de Néstor Kirchner; continuó con un acto público y una recorrida por un polo gastronómico en construcción, y culminó en un plenario con la militancia. La visita a esa localidad fue anunciada por Secco como la primera parada de una recorrida de la ex presidenta por la provincia. Llegó acompañada por el ex titular de la AFI, Oscar Parrilli, el cineasta Tristán Bauer, el ex titular de la AFSCA, Martín Sabbatella, y legisladores nacionales y provinciales, como el diputado Andrés Larroque y su par bonaerense, Lauro Grande, entre otros.  

Desde el escenario con pantalla gigante montado en la esquina de la cooperativa, Cristina explicó que «Mario (Secco) dijo ‘Cristina conducción’, pero quiero que digan ‘Cristina militante’, junto a todos y cada uno de ustedes”, y explicó que “son momentos difíciles para nuestro pueblo”, por lo que llamó a sumarse a “la autoestima, a la convicción que sabemos que las cosas que hemos logrado nadie nos la regaló, nos las hemos ganado con esfuerzo y trabajo», sostuvo.  

También allí hizo referencia a las disputas internas del PJ, pero la ex presidenta llamó a no entrar en discusiones dirigenciales. “La gente necesita que le hablen de sus problemas no de los problemas de los dirigentes. Los dirigentes no tiene problemas, sino los ciudadanos. Hay que poner en el centro de nuestro trabajo al pueblo. Necesitamos que vuelva a surgir la sonrisa y la esperanza de que el día de mañana va a se mejor que ayer. Ese fue el principal logro de nuestro gobierno”. 

Organización y unidad 

Durante toda su visita a Ensenada, Cristina convocó a la organización y la construcción de una nueva mayoría. Lo hizo en el acto y frente a los cerca de 400 militantes y dirigentes, entre los que se encontraban también Mariano Lovelli, presidente del CEPIS y quien motorizó la demanda que llegó a la Corte y suspendió el tarifazo de gas. 

“Tenemos que intercambiar ideas y generar nuevas formas de construcción y articulación politica diferentes a las que teníamos hasta ahora. Por eso el tema de la militancia en los distintos frentes: sindicales, estudiantiles, barriales”, dijo apenas comenzó el encuentro. 

 Con el fallo contra el tarifazo todavía fresco, la Cristina optó por hacer un análisis político: “El gran mensaje de todo esto es que es necesaria la unidad de los sectores que componen la vida nacional, que generan la riqueza, que son los trabajadores, los empresarios, los comerciantes, los científicos, los estudiantes”. 

Y explicó: “La unidad de todos a los que dividieron prolijamente, porque cada vez que la historia argentina han llegado al poder minorías muy concentradas representantes de poderes muy minoritarios solamente ha podido ser a partir de la división del campo popular y la confusión del resto de los sectores”.  

Subrayó que no buscaba criticar, pero advirtió que los sectores del poder económico que hoy componen el gobierno “vienen por el consumo”, y señaló que “cuando la desocupación llegue a 2 dígitos se terminan las paritarias y van a imponer el sueldo que ellos quieran”.  

Y advirtió que la construcción de la igualdad es posible si hay libertad, que hoy aseguró que está en peligro. Como ejemplo citó los ataques a espacios de militancia kirchnerista y la granada dejada a metros de la casa de la jueza Martina Forns. 

 Tanto con los militantes en la calle como con los que participaron con sus dirigentes en el plenario, Cristina hizo hincapié en la organización y la construcción de una nueva mayoría. “Tenemos que organizarnos en todos los frentes”, dijo. Y sobre el final dejó a los militantes un mensaje abierto: “Mi objetivo no es ganar las elecciones. Mi objetivo es que la gente viva mejor, y cada vez mejor”.