La diputada nacional de Cambiemos Elisa Carrió encendió el clima preelectoral y comenzó a dividir aguas dentro de la alianza gobernante.
Durante una entrevista con el canal TN, la dirigente le agradeció a María Eugenia Vidal no haberla elegido para ser candidata a legisladora por la provincia de Buenos Aires: No podría hacer campaña junto a (jefe de la policía Bonaerense, Pablo) Bressi, y (el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian) Ritondo, no podría ir a hacer campaña a Vicente López (donde gobierna Jorge Macri), no podría hacer campaña junto a corruptos, manifestó.
En ese contexto, se consideró «perseguida por sectores internos de Cambiemos de la provincia de Buenos Aires», en el marco de la denuncia en su contra en el marco de su disputa política y judicial con el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti.
«Mañana -por hoy- voy a ir ante el doctor Abad para que abra una investigación integral de todas mis declaraciones juradas desde el 92 y desde el 95 porque nunca pensé que iba a ser perseguida incluso por sectores internos de la Provincia de Buenos Ares», dijo y, al ser consultada si se trataba de Ritondo, agregó: «Sí, es Ritondo. Yo tengo un video donde Ritondo defiende a (Sergio) Massa y dice que él no tiene por qué saber que hay narcotráfico en el Delta».
Carrió se refirió así a la causa por supuesto enriquecimiento ilícito en su contra que esta semana se reabrió luego de una decisión de la Cámara Federal. «Esto empezó con dos balas y un mensaje, ‘vamos por vos y por su familia’. Es inteligencia de la Provincia de Buenos Aires, aunque tengo custodia».
Carrió dijo tener «problemas» con «todos los grupos de droga, y muchos problemas con la vieja Aduana que garantizaba todo esto», y también «con algún sector político ligado a la provincia de Buenos Aires, a Ritondo y a Bressi, y comen todos juntos con (el ex secretario de Seguridad provincial, Alejandro) Granados, y ayer estaban almorzando con (el ex titular de la Bonaerense, Hugo) Matzkin».
Lamentó que en su denuncia contra Lorenzetti la dejaron «sola», luego de declaraciones de funcionarios del Gobierno marcando que el Ejecutivo no acompañaba sus denuncias contra el titular del máximo tribunal, y sostuvo: «tenemos que tener más fuerza para combatir la corrupción y tenemos que ser más generosos para incluir a todos los que estamos en Cambiemos».
En ese sentido, se distanció del ex presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Ernesto Sanz: «No es socio mío, ni amigo. El partido radical es parte de Cambiemos. Sanz es amigo de Lorenzetti y se conocen mucho. El no es nada hoy, ni ministro, ni funcionario, ni presidente de la UCR».
Al ser consultada sobre la candidatura de Martín Lousteau, quien dejó la embajada de Estados Unidos para hacer campaña en la Ciudad, decidió ningunearlo. No sé a qué vino».
«Estamos tratando de sostener la República y tengo que estar hablando con un chico para que esté en una lista. Yo tengo buena relación con él, pero no sé a qué vino. Si quiere ser jefe de Gobierno porteño, que se presente en dos años. Los objetivos personales no importan», concluyó.