En la víspera del 42 aniversario del golpe de Estado de 1976, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, inauguró junto a la gobernadora María Eugenia Vidal y el secretario de Derechos Humanos provincial, Santiago Cantón, el espacio de Memoria Conisaria 5ta de La Plata. La desafectación de la Policia Bonaerense y la transformación en un sitio de memoria había sido ordenada por la justicia la sentencia del juicio por el Circuito Camps, en que se condenó a perpetua Miguel Etchecolatz y otras 14 represores y a altas penas a otros ocho.
Tras la recorrida por el lugar, la referente de Derechos Humanos anunció que el sitio, donde durante la dictadura funcionó un centro y maternidad clandestina, se convertirá en la Casa de las Abuelas filial La Plata.
La inauguración fue a las 16. Vidal, Cantón, el ministro de Seguridad Cristian Ritondo y el intendente de La Plata, julio Garro acompañaron a Estela y la Abuela Delia Giovanolla, el nieto restituido nacido en cautiverio en ese lugar, Leonardo Fosatti y a Sabino Abdala, secuestrado a los dos años en ese centro, en la recorrida inaugural: recorrieron la sala de conferencias recién construida, una oficina, los baños, cocina y un aula. La edificación es nueva y está a un costado del edifico principal de la seccional, en un sector donde no había nada durante la dictadura. En todo el predio no quedó ni una pincelada naranja.
La recorrida fue breve y dio paso al acto en el que Cantón, Estela y Vidal hablaron para los invitados: unos pocos ex detenidos, algunos funcionarios -ninguno nacional- y el intendente de Quilmes, Martiniano Molina. Estaban todos juntos, sentados en medio del patio, y apenas igualaban en número a los fotógrafos, camarógrafos, periodistas y funcionarios de prensa. De todos modos la diagonal 74, entre 23 y 24, donde se encuentra el ahora Espacio de Memoria Comisaría 5°, fue vallada en ambas esquinas, con estricto control policial y la cuadra desierta.
Carlotto, lamentó que el «Gobierno esté tirando por la borda todo lo que se consiguió» en materia de Derechos Humanos, al tiempo que sostuvo que «es triste que el Presidente (Mauricio Macri) no llame cuando encontramos un nieto».
En vísperas de un nuevo aniversario del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, Carlotto volvió a cuestionar la política oficial de derechos humanos y celebró que la apologista de la dictadura Cecilia Pando haya sido desafectada de una escuela privada, donde dictó clases solo unas horas.
Es impactante, emotivo, lacerante estar parados en este lugar, dijo Estela. No se puede olvidar que Argentina fue el pais con Dictadura en America latina con más alto grado de crueldad. Pero salimos adelante luchando. Costo mucho y hay que cuidarlo, remarcó.
En declaraciones a Radio con Vos, Carlotto dijo que «este 24 nos encuentra atravesando una etapa muy preocupante a partir de la actitud del Gobierno con los derechos humanos entre ofendiéndonos, con la duda del número (de desaparecidos) o que sacamos chicos de la galera», sostuvo Carlotto, y agregó: «Quien lo dice está interpretando el pensamiento del Presidente y todo su equipo, indudablemente».
Estela subrayó que era obligación del Estado desvincular el edificio de la Policía y convertirlo en sitio de memoria, pero aclaró que igual agradecia la gestión de Cantón -del «querido amigo», dijo- y de la gobernadora. De todas formas, recordó que se trató de un proceso que comenzó cuando su hijo Guido Carlotto estaba al frente de la Secretaría de Derechos Humanos, durante el gobierno de Daniel Scioli.
Cantón comenzó advirtiendo que había decidido no decir lo que había previsto antes de la recorrida. Y anunció que le cedía el espacio a las Abuelas por 30 años, dijo que el 24 de marzo es un momento de reflexión y remarcó que todo lo que se hizo fue en colaboración y en consulta permanente con el organismo de Derechos Humanos.
Vidal cerró con un discurso que se concentró en remarcar que había cumplido lo que había prometido a Estela hace dos años cuando se reunieron apenas asumió: la desafectación completa de la seccional y la digitalización de las partidas de nacimiento en la provincia durante la dictadura.
«La memoria no tiene banderías políticas», aclaró sobre el final la gobernadora apelando a una frase que lleva la firma de Cantón, un predicador de la teoría de que entre 2003 y 2015 el kirchnerismo «politizó» los Derechos Humanos.
Ya antes Estela había aclarado en la importancia de trabajar sobre la memoria para las futuras generaciones más allá de las diferencias.
La Comisaría 5ta de La Plata fue desafectada parcialmente en 2015, durante el último año de la gestión de Daniel Scioli y su secretario de Derechos Humanos, Guido Carlotto. El 18 de marzo de ese año el sector de los calabozos donde eran recluidos los desaparecidos fue desafectado de la comisaría para convertirlo en un Espacio para la Memoria y la Promoción de los Derechos Humanos que quedó a cargo de Abuelas de Plaza de Mayo.
Para concretar la desvinculación la provincia debía hallar un espacio para construir la comisaría en el mismo barrio y disponer del dinero para hacerlo. El nuevo edificio de la dependencia policial está ubicado a unas pocas cuadras (28 entre 62 y 63): se trata de un edificio provincial preexistente en el que funcionó un jardín de infantes del Ministerio de Economía que tras ser cerrado se había convertido en depósito.
El edificio policial pasó el año pasado a la órbita de la Secretaría de Derechos Humanos y en su tercer año de gestión, Cantón avanzó con lo que la anterior gestión no llegó a concluir: la desvinculación completa de las dos plantas de la seccional que dan a diagonal 74.
La Comisaría fue un centro de reclusión y tortura de militantes y opositores políticos en la dictadura por el que que pasaron más de 200 personas. En la mesa de la cocina de ese sitio nació Fossati en 1977 y en una celda nació ese mismo año Ana Libertad Baratti de la Cuadra, ambos apropiados y restituidos -en 2005 y 2014- por Abuelas de Plaza de Mayo. Hubo otros niños secuestrados como Eugenia y Felipe Gatica Caracoche y Sabino Abdala.
A ese centro fue arrojada Mónica Santucho, de 14 años, y sus restos fueron recuperados por Antropología Forense casi cuatro décadas más tarde. En esas celdas estuvo detenido el testigo desaparecido, Jorge Julio López. En esa seccional de La Bonaerense se calcula que estuvieron encerrados más de doscientos detenidos desaparecidos, entre los que hubo niños y al menos trece mujeres embarazadas. Es el ex centro clandestino de detención más emblemático de la ciudad de La Plata, resumió Fosatti.
La desafectación de la comisaría para convertirla en espacio de memoria había sido ordenada por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de La Plata en diciembre de 2012, en el fallo del juicio que condenó a veintitrés represores por delitos de lesa humanidad cometidos en el «Circuito Camps» -dieciséis a perpetua, entre ellos Miguel Osvaldo Etchcecolatz- por pedido de Abuelas en el marco de la investigación de las Maternidades Clandestinas y de otros querellantes.
Partidas de nacimiento y policías exonerados
El shock de memoria de la gobernadora incluyó la puesta a disposición de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo del archivo histórico digital de todas las partidas de nacimiento de la Provincia registradas durante la dictadura cívico-militar. Esa información servirá para acelerar el proceso de datos que puedan llevar a la identificación de nietos apropiados durante el terrorismo de Estado.
Además, anunció la exoneración de policías que tienen condenas por delitos de lesa humanidad. Se trata de 11 efectivos de distintas jerarquías, entre ellos Miguel Etchecolatz. La lista se completa con: Carlos García, Horacio Elizardo Luján, Bernabé Jesús Corrales, Miguel Gerónimo Kearney, Raúl Orlando Machuca, Sergio Arturo Verduri, Pedro Antonio Ferriole, Mario Víctor Nicodemo Sita, Luis Vicente Patrault y Santiago Antonini.