En un comunicado firmado por la coalición a nivel provincial, Juntos por el Cambio calificó la idea del oficialismo de suspender las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, por la pandemia, como un «intento meramente especulativo y arbitrario» del Frente de Todos.
«El debate que el Gobierno está generando acerca de quitar las PASO para las próximas elecciones no es más que otra oportunidad perdida. Esta iniciativa es producto de una especulación política y nos aleja de la reforma electoral que tanto necesitamos», sostuvieron en el escrito difundido por el presidente del partido PRO a nivel bonaerense, Jorge Macri, y que replicaron el resto de los dirigentes.
La reforma que propone la oposición incluye, por un lado, el uso de la boleta única de papel y, por otro, el proyecto de «ficha limpia». Esta iniciativa propone prohibir que dirigentes condenados por corrupción puedan presentarse a elecciones. Ambas iniciativas fueron presentadas en la Legislatura.
«El problema no son las PASO del año entrante sino la forma en que seguimos votando en la Argentina del siglo XXI. Con la modalidad actual, la boleta sábana nos obliga a movilizar a miles de fiscales en las escuelas, a poner mesas en las esquinas donde se reparten toneladas de boletas de papel que se imprimen de a millones y se distribuyen», remarcaron en el comunicado. Y agregaron que, tanto la boleta única como la ficha limpia, «permiten ser más transparentes, más ágiles, evitar intenciones espurias y costos innecesarios».
El apoyo de la oposición es condición indispensable en la provincia para poder suspender las PASO. En Buenos Aires rige la ley 14.086, que es la que regula las elecciones internas desde 2009 para los cargos provinciales y municipales. Por ende, cualquier cambio debe pasar por la Legislatura bonaerense y allí, en el Senado, es donde Kicillof se encontraría con un obstáculo infranqueable: la mayoría de Juntos por el Cambio con 26 senadores sobre los 20 que posee el Frente de Todos.
En caso de que avanzara una suspensión de las PASO a nivel nacional -una posibilidad todavía remota-, la negativa del macrismo obligaría igual a los bonaerenses a concurrir a las urnas en agosto para elegir a candidatos a diputados o senadores para la Legislatura bonaerense y a los concejales y consejeros escolares por cada distrito.
Este escenario implicaría además una gran complicación «logística». Sería la provincia la que debería hacerse cargo de la organización y el desarrollo de la elección, una función que le compete a la Junta Electoral Nacional cuando se vota en simultáneo con los comicios nacionales. Y en este sentido, la junta electoral bonaerense no cuenta con los recursos presupuestarios, humanos ni tecnológicos para hacerlo.
La suspensión de las PASO y hasta el desdoblamiento de las elecciones provinciales de las nacionales fueron analizados a comienzos de 2019 por Juntos por el Cambio. En ese momento, la ex gobernadora María Eugenia Vidal sondeó la posibilidad de adelantar las elecciones provinciales y desengancharlas de las nacionales por única vez. Era para «despegarse» del efecto negativo de la gestión de Mauricio Macri. Incluso se conformó una comisión bicameral en la Legislatura que analizó ambas alternativas y también el uso de la boleta única de papel o electrónica, pero finalmente la mandataria decidió no avanzar con su plan y todo quedó en la nada.