Como adelantó Tiempo en su edición dominical, el canciller Santiago Cafiero solicitó este jueves que el Reino Unido «no le tenga miedo a la paz» y que «es momento» de que «deje en las páginas de la historia su ejercicio de potencia colonial», al exponer en la Sesión Especial del Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, a 40 años del conflicto armado del Atlántico Sur por las Islas Malvinas.
En su discurso iniciado a las 10.46, hora local (11.46 de la Argentina), Cafiero sostuvo que «es hora ya de que el Reino Unido escuche a la comunidad internacional y retome las negociaciones para alcanzar una solución pacífica a la disputa de soberanía con la República Argentina, que no le tenga miedo a la paz» y que pierda el temor al diálogo dentro del derecho internacional».
Contó que «hoy, alrededor del mundo existen todavía 17 situaciones coloniales pendientes de solución, de las cuales 10 involucran al Reino Unido», y «una de ellas es Malvinas».
En ese marco, consideró que «es momento que el Reino Unido deje en las páginas de la historia su ejercicio de potencia colonial» y que «actúe de acuerdo a las resoluciones del organismo del que forma parte incluso como miembro permanente del Consejo de Seguridad.
«Ni la Argentina ni el derecho internacional admiten la fuerza, la usurpación y los privilegios», insistió el canciller.
Según Cafiero, «el mundo no puede permanecer indiferente ante el objetivo de alterar la estabilidad en América Latina y el Caribe, una de las zonas de paz más consolidadas del planeta», y refirió que «es hora ya de que el Reino Unido escuche a la comunidad internacional y retome las negociaciones para alcanzar una solución pacífica a la disputa de soberanía con la República Argentina, que no le tenga miedo a la paz, que pierda el temor al diálogo dentro del derecho internacional».
«La comunidad internacional sabe que puede contar con la Argentina para esta tarea. Solicitamos a este Comité Especial que una vez más exprese de manera clara y firme su convicción de que no hay más lugar para colonialismo en el siglo XXI», añadió.
El funcionario afirmó que «las victorias militares no otorgan derechos» y recordó que el conflicto de 1982 «no alteró la naturaleza de la disputa de soberanía entre la Argentina y el Reino Unido, que continúa aún hoy pendiente de negociación y solución», algo que «no lo dice solo la Argentina» sino que «fue reconocido por la Asamblea General y así fue plasmado en su resolución 37/9, en la que reiteró la vigencia de las resoluciones que había adoptado desde 1965 y solicitó a las partes que reanudaran las negociaciones de soberanía».
Cafiero aseguró que «el Reino Unido guía su conducta en relación con el Atlántico Sur como si la controversia de soberanía ya no existiera» y «continúa avanzando en actos unilaterales y desoyendo la resolución 31/49 de la Asamblea General que insta a las partes a abstenerse de llevar adelante acciones unilaterales en el área en disputa hasta que se encuentre una solución definitiva a la controversia».
Y ejemplificó que el gobierno colonial británico «otorga unilateralmente licencias de pesca en las áreas circundantes a las Islas Malvinas y persiste en la exploración y en sus planes de explotación de recursos no renovables que no le pertenecen».
«Hoy más que nunca son visibles las posiciones; para el Reino Unido, Malvinas es dominación, especulación y oportunismo; para mi país, es soberanía, justicia y dolor por nuestros caídos», completó.