Las primarias de este domingo finalmente cristalizaron el escenario más temido para el PRO y para Juntos por el Cambio. La fuga de votos por ultraderecha, que es una preocupación desde hace seis años en la coalición opositora, se ordenó provisoriamente detrás del liderazgo de Javier Milei con una contundencia que volvió a poner en crisis a todas las encuestadoras. El economista jugó en estas elecciones su apellido en el cuarto oscuro y sumó 7.116.352 votos, con el 97.39% de las mesas de todo el país. Una foto totalmente distinta al desempeño que tuvieron los candidatos de Milei en distintas provincias. Se impuso en 16 provincias y golpeó muy duro a la interna de JxC entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, en tres distritos estratégicos para la coalición opositora como Córdoba, Santa Fe y Mendoza.

El resultado que transformó a Milei en el candidato más votado de estas primarias acuñó la peor elección que ha tenido JxC desde su creación. Fue con daños sensibles que cambiaron el mapa de una alianza cuyos dirigentes hace un año sentían que ya habían ganado la elección y se concentraron en una disputa sin límites que los afectó en todos los distritos. Hubo un atenuante a medias para el PRO, el socio mayor, en la Ciudad de Buenos Aires, su bastión originario. El legislador Ramiro Marra, que no tuvo competidor interno, llegó al 17,78 y JxC se mantuvo en sus cosechas más altas, con el 55,92%, pero con una disputa muy reñida entre Jorge Macri y Martín Lousteau. El primo del expresidente sólo obtuvo un punto y medio por encima del 27,21 del dirigente de Evolución Radical.

Jorge Macri pudo retener el bastión porteño para el macrismo.

En la pulseada porteña se resolvió, con consecuencias aún desconocidas, una parte de la disputa del liderazgo de JxC, que a partir de ahora estará más vinculada que nunca con la buena o mala suerte de Milei en las generales del 22 de octubre. La derrota de Lousteau implicó un revés para Rodríguez Larreta y el final para la posibilidad de impulsar un aliado o un candidato propio que busque pelear por su sucesión. En el gobierno porteño hay larretismo hasta el 9 de diciembre de este año.

Desde entonces, si se mantienen las proyecciones de este domingo, el primo del expresidente extendería el predominio del PRO en la Ciudad hasta 2027 y cerraría un ciclo ininterrumpido de dos décadas. Si sucede, ese proceso de 20 años habrá empezado con Mauricio Macri en diciembre de 2007 y terminaría con Jorge, otro miembro del clan.

El bunker de campaña de JxC en Parque Norte estuvo teñido de las tradiciones familiares de los Macri y su afecto por las cábalas. El candidato a jefe de Gobierno celebró la victoria y se la dedicó a su difunto padre, Antonio «Tonino» Macri, hermano menor de Franco. Ese domingo habría cumplido años y la fecha le tocó una fibra sensible a los primos. Fue sólo el preludio de una irrupción en el escenario del fundador del PRO, que selló a su favor la pelea más dura con Rodríguez Larreta y le ganó con su primo.

¿Cuál será el destino de la estructura política que responde a Larreta? La apuesta del dos veces alcalde porteño fue ambiciosa y también incluyó la disputa por la Provincia de Buenos Aires. Para llegar a un nivel competitivo impulsó a su primer vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, a trabajar su instalación bonaerense y dejar el domicilio porteño. En 2021 fue electo diputado nacional y desde entonces trabaja en una campaña que, antes del domingo, lo posicionó como el posible ganador de la interna con el intendente de Lanús, en uso de licencia, Néstor Grindetti. Milei registró el 24,52, quedó en tercer lugar detrás del 29,12% que sumaron Bullrich y Larreta en la competencia nacional, pero en la pelea por la gobernación se registró otro número espinoso para JxC. El más votado fue el gobernador bonaerense Axel Kicillof con el 36,38%. Le siguieron atrás Santilli y Grindetti que reunieron el 32,96%, pero el larretista alcanzó el 16,32% y perdió por 1,3% debajo del 16,64% del aspirante impulsado por Bullrich con paladar negro en el PRO. Acompañó a Macri en SOCMA y luego fue su ministro de Hacienda durante ocho años. Otro sabor dulce para el expresidente, para los aliados que Bullrich tiene en el radicalismo y para tres jugadores silenciosos que trabajaron a favor de la candidata con el mismo empeño que pusieron hace ocho para Macri y ahora le desean su jubilación. Se trata del extitular de la Cámara Baja, Emilio Monzó, el exviceministro del Interior Sebastián García De Luca y el expresidente del bloque del PRO en Diputados, Nicolás Massot.

Así como Milei les complicó la cosecha a Bullrich y Larreta en el mayor distrito electoral, la exmacrista Carolina Píparo hizo lo propio en la competencia para gobernador. Alcanzó el 23,78% y quedó en tercer lugar, pero con una gran capacidad de tracción de los votos que necesita Grindetti para no quedar a merced la misma dinámica que Bullrich teme padecer con Milei.

La victoria de Píparo puso en crisis todo el armado larretista en la provincia y también dejó otro herido. El diputado nacional José Luis Espert compartió boleta hace dos años para llegar a la Cámara Baja, pero la flamante candidata de LLA dejó de compartir bloque hace un año y ahora es una de las personas más ponderadas por Milei.

En Santa Fe hubo otro golpe para Larreta con un atenuante para Lousteau. En las PASO provinciales de hace un mes se impuso el radical Maximiliano Pullaro y las elecciones a gobernador serán el 10 de septiembre. En el medio estaban las primarias nacionales. Se impuso Bullrich frente a Larreta, pero detrás del 35,19 de Milei que quedó en primer lugar.

Mendoza también encerró sorpresas. Al igual que Santa Fe, tuvo primarias desdobladas y el comicio para gobernador será el 24 de septiembre. El radical Alfredo Cornejo buscará volver al cargo y se medirá con el exmacrista Omar De Marchi, que dejó JxC y es un discreto aliado de Milei en la provincia. La foto de este domingo reveló un dato muy inquietante para el radicalismo mendocino: Milei llegó al 44,81 y le sacó 15 puntos de ventaja a la sumatoria de Bullrich y Larreta. ¿Cómo impactará ese dato a un mes de los comicios donde JxC buscará retener el gobierno provincial en manos de un socio radical de Bullrich?

Bullrich apostaba a una gran victoria en Córdoba, que finalmente quedó en manos de Milei.
Foto: Gesualdi Victoria Telam

Sin embargo, Córdoba fue el factor desequilibrante. Bulrich apostaba a una buena performance en la provincia mediterránea que le sirviera para definir la victoria nacional sobre Larreta. Milei fue el más votado con el 33,61% y los dos compeditores del PRO llegaron al 25,16. En esa provincia Macri había llegado al 60% en las generales de 2019 luego de la caravana del «Sí, se puede» que impulsó para intentar revertir los 18 puntos de desventaja que tuvo en las PASO de ese año, cuando estaba seguro de una victoria para consolidar su pelea por la reeleción y perdió con la fórmula Alberto Fernández – Cristina Fernández de Kirchner. Ahora esa cosecha récord parece divida en dos porciones de 30 y una de ellas dejó a JxC y elige a Milei, al menos en estas primarias.

Además del desafío de contener a los votantes de Larreta, con poco margen de éxito, Bullrich tiene dos caminos con Milei. Profundizar la competencia por el mismo electorado, pero desde un segundo lugar, o reconstruir una relación que está rota por la desconfianza de Milei hacia ella. El intento de recomponer podría ser impulsado por Macri, pero también por Bullrich, a través de sus colaboradores más cercanos y empujada por la necesidad. Del otro lado de la mesa, el destinatario de los buenos oficios sigue convencido del involucramiento de ese espacio en «operaciones» en su contra y un escrache en Tigre.