La semana pasada, Amado Boudou fue condenado a cinco años y 10 meses de prisión efectiva, inhabilitación especial perpetua y una multa de 90 mil pesos, por parte del Tribunal Oral Federal número 4, que lo consideró culpable de cohecho y negociaciones incompatibles de la función pública, en la llamada Causa Ciccone. Esa misma tarde fue trasladado al Penal de Ezeiza.
Los letrados que representan al vicepresidente, entonces, solicitaron la excarcelación de su defendido, en virtud de que la sentencia no está firme y de que él estuvo en libertad durante todo el proceso, con lo que quedaría descartado el riesgo de fuga. Inclusive el fiscal del juicio, Marcelo Colombo, había dictaminado a favor de la libertad con el uso de una tobillera electrónica. Pero esta misma tarde, el planteo fue rechazado por “voto mayoritario”: dos en contra y uno a favor. La posición de denegar el pedido fue sostenida por los jueces Pablo Bertuzzi y Guillermo Costabel, quienes se apoyaron en el concepto de que con una excarcelación se incrementaban «los riesgos procesales objetivos de elusión o fuga». El fallo contó con la disidencia de la magistrada María Gabriela López Iñiguez.
No sorprende esta decisión ya que el mismo Tribunal había fallado de esa misma manera, el viernes, ante un pedido similar de José María Núñez Carmona y del empresario Nicolás Ciccone (por su edad y estado de salud, está en prisión domiciliaria) condenados con penas de prisión de cumplimiento efectivo junto a Boudou, en el mismo fallo. Ciccone,
Este rechazo abre una nueva instancia. Tal como actuó hoy mismo la defensa de Núñez Carmona, ahora se presume que los abogados de Boudou apelarán ante Casación y hasta en la Corte Suprema como un intento final de que se revierta la condena que, de confirmarse, podría hacer pasar al vicepresidente casi cuatro años en la cárcel, es decir, los dos tercios de la sentencia.