En medio de manifestaciones en su contra, el presidente Mauricio Macri y la primera dama, Juliana Awada, fueron recibidos con honores por los reyes de Holanda, Willem-Alexander y Máxima, en la céntrica plaza Dam de Ámsterdam, al inicio de su visita de Estado al país europeo.
El acto comenzó puntual. El matrimonio presidencial y la pareja real salieron caminando juntos por una de las puertas principales del Palacio Real, situado en la misma plaza, y se dirigieron a un podio desde donde siguieron la ceremonia.
La banda de la Guardia Real interpretó los himnos de Argentina y los Países Bajos (Wilhelmus), y luego el rey Willem-Alexander y el presidente Macri pasaron revista a la guardia de honor.
La ceremonia pública estuvo marcada por los gritos de manifestantes que reclamaron por la liberación de la dirigente social Milagro Sala, detenida ilegalmente. Convocado por la agrupación H.I.J.O.S, los manifestantes gritaron a coro «Panamá, Panamá, la plata donde está, y contra el negacionismo que impulsa el gobierno: «Son 30.000 los desaparecidos, Macri no lo olvides».
Un pequeño grupo fue también en apoyo al presidente. Una treintena de simpatizantes coreaban a los gritos «¡si, se puede!, ¡si, se puede!» desde el lado izquierdo del podio, mientras el presidente y el rey iban caminado.
La breve ceremonia finalizó con las dos parejas regresando hacia la entrada principal del Palacio Real, donde tendrá lugar la habitual recepción a las autoridades holandesas y argentinas que acompañan al presidente, entre ellos la canciller, Susana Malcorra, el ministro de Educación, Esteban Bulrich, y el de Trabajo, Jorge Triaca.