El ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, amenazó con renunciar a su cartera si el recorte presupuestario previsto para 2017 se mantiene. «Si los fondos no llegan, va a ser muy difícil que yo continúe. No voy a ser cómplice de la destrucción de algo tan valioso para el país y para mí en lo personal. Mi compromiso es mantener lo que se ha hecho y defender el presupuesto para poder continuarlo», dijo.
Las declaraciones de Barañao se dan luego de la numerosa protesta de científicos e investigadores frente al Congreso de la Nación, ayer, para pedir que no se recorte el presupuesto en las áreas de ciencia y tecnología, tal como está previsto hasta el momento en el proyecto de ley, y aunque mantuvieron reuniones con legisladores no consiguieron una respuesta sobre el reclamo.
El ministro se hizo eco del reclamo generalizado que derivó en la movilización al Congreso para pedir que no se toquen los fondos para el área, una decisión que podría afectar -aseguraron- «todo el sistema de becas».
Teníamos preocupación respecto al macrismo, por la falta de ritmo con respecto al sistema científico, y nos encontramos como primer gesto político con una baja notoria en el presupuesto, avalada por el Frente Renovador y sectores de la oposición, sostuvo Paula Lenguita, de Científicos y Universitarios Autovocados, investigadora del Conicet en Ciencias Sociales.
Estuvimos en la reunión de comisión, al iniciar la ley de presupuesto hicimos una exposición pública sobre cómo esos números afectaban a los organismos de ciencia y técnica. La ley no sólo pone en riesgo la continuidad de ingreso a carrera, sino también todo el sistema de formación de becas de posgrado, insumos… Desfinancia al sistema científico en términos de producción, advirtió.
Antes se preservaba la autarquía del sistema científico en la composición de su personal, los puestos de trabajo se podían administrar autárquicamente. Ahora el Ministerio de Modernización tendrá poder de gestionar el personal que históricamente el Conicet administró de manera autónoma, criticó la investigadora.
Los manifestantes también se quejaron de que el nuevo presupuesto implicaría una baja de un 30% en las becas para investigar. Este año ya notamos lentitud en la incorporación de investigadores, nos empezó a llamar la atención, relató Lenguita.
El Ministerio de Modernización -insistió la investigadora- quiere controlar el ingreso de investigadores, auditaron los procedimientos internos. El Conicet tiene un mecanismo de evaluación interno que nunca fue puesto en duda, los que participan en las comisiones investigadoras son investigadores independiente, los más formados, eso fue puesto en discusión cuando Modernización intentó considerar ingresos como si fuesen ingresos generales del Estado. Nos explotó en la cara.
Necesitaríamos para el funcionamiento general 1100 millones y no es lo que está en el presupuesto. El ministerio también es un elemento sintomático de este proceso, porque el 50% de los trabajadores quedaría sin recursos. Si hay menos trabajadores va a haber menos producción de conocimiento, es un efecto dominó, no sólo impacta en lo que pasa hoy sino en el año próximo y el siguiente, se quejaron los científicos.
«Lo que preocupa a la comunidad -agregó Barañao en declaraciones radiales- es que el área más afectada es la que hace a los subsidios que financian las investigaciones en laboratorios y otras instituciones del país que, aunque tenga ahora un efecto mediático importante, es una situación reiterada a lo que ha pasado otras veces y, después, durante el año se compensa».