La industria de Gas Natural Comprimido reclamó hoy al Gobierno nacional equiparar el valor promedio del servicio del gas al del resto del sector industrial, el desdoblamiento del sistema de facturación y la reducción de la carga impositiva para evitar la destrucción de toda la cadena de valor del GNC.
La demanda del sector del GNC se planteó en el marco de la Audiencia Pública por las tarifas del gas que se desarrolla en la Usina del Arte del barrio porteño de La Boca, a través de sus representantes de la a Cámara Argentina de GNC, y sus pares de los Expendedores y de la provisión de Equipos Completos.
La presencia del sector que incluye a 2.000 estaciones de carga para un parque automotor de 1,8 millones de vehículos y 1.500 talleres de instalación de equipos de conversión y servicios- ya había sido anticipada en la audiencia, sobre todo luego que empresarios del GNC presentaron a fines de agosto el primer recurso de amparo tras el fallo de la Corte Suprema que sólo contemplo la situación de los usuarios residenciales de gas.
Las distintas entidades reclamaron hoy en coincidencia la necesidad de modificar a la baja el precio del gas a boca de pozo para alcanzar el promedio que paga el resto del sector industrial en torno a los 4,30 dólares por MBTU, bastante inferior a los 5,95 dólares que la cadena del GNC afirma abonar y que de incluir impuestos se eleva a 10,28 dólares.
También plantearon la necesidad de desdoblar la factura que reciben las estaciones de servicio por el fluido de gas, al entender imprescindible volver al sistema por el cual las compañías proveedoras enviaban su factura con el consumo a cada cliente, y por separado hacían lo propio las distribuidoras.
Este sistema ofrecía una serie de ventajas impositivas, entre ellas la desaparición del Impuesto a la Transferencia de los Combustibles en la porción correspondiente al gas a boca de pozo, la disminución de los valores a la tasa hídrica así como de los impuestos nacionales, provinciales y municipales.
La carga impositiva fue el tercer eje del reclamo de la industria del GNC, ya que se explicó que los impuestos internos representaban en marzo el 40 por ciento del precio del gas a boca de pozo y a partir de abril se encuentran en el orden del 87 por ciento, con lo cual se asegura que mientras el gas se incrementó en un 354% los impuestos lo hicieron a razón de un 756%.
Como consecuencia de las medidas implementadas se ha verificado un demesurado incremento del 464% en el costo de gas natural para expendio de GNC, que pasó de 1,25 pesos por metro cúbico en marzo a 5,8 pesos en abril, de lo cual casi el 50 por ciento corresponde a impuestos, explicó Enrique Fridman, presidente de la Cámara de Expendendores.
De esta manera, las estaciones de GNC pasaron de recibir a partir de un aumento del 354 % del precio del gas a boca de pozo, como parte de medidas del Ministerio de Energía que apuntan directamente a la destrucción de la industria del GNC y que de mantenerse en el tiempo generará un malestar social gran impacto a nivel nacional, advirtió.
El directivo de los estacioneros afirmó que se provocó por la fijación de precios de manera arbitraria una penalización casi total en algunos eslabones de valor del GNC, en particular los talleres de conversión, y fuertes pérdidas en otros con pronunciada baja en los volúmenes de las estaciones de expendio.
A su turno, Julio Fracchia, titular de la Cámara Argentina del GNC destacó que esa industria en los últimos 10 año exportó por 1.000 millones de dólares y lo consideró un combustible social adoptado por usuarios de medios y bajos recursos al formar parte de su economía doméstica, por lo cual debe ser pensado como un servicio público.
Para el directivo, en las medidas adoptadas por el Gobierno hay un reconocimiento a las petroleras de más del 30% en los precios, a partir de un precio internacional del barril de petróleo de entre 45 y 50 dólares y que en la Argentina se le reconoce a 65 dólares.
Fracchia agregó que mientras el mundo paga el gas a un precio promedio de 2,2 dólares el MBTU, en Argentina es de 5,65 el MBTU, por lo que entendió que esta evidente asimetría del GNC con el petróleo representa una transferencia de los usuarios de menores recursos a las empresas petroleras.
El consumo de GNC en el primer semestre del año mostró una baja interanual del 5,6 por ciento, en una reacción por el aumento del valor del gas y el impacto en la demanda.
En el desagregado de la demanda por mes, en junio la caída fue del 13,1%, la más alta del semestre al profundizar la tendencia de retracción de entre el 5 y el 6% para marzo y abril y el 6,4% de mayo, en coincidencia con el registro de las mayores alzas de precios.
A la par de la caída de las ventas en las estaciones de servicio, la cadena del GNC también se viene viendo afectada en el ámbito de las conversiones de equipos a gas que en el primer semestre tuvo caídas en casi todas las provincias del país, a excepción de Ciudad de Buenos Aires, Salta y Santiago del Estero.