El «Plan de regreso seguro a clases», confeccionado por la Dirección General de Cultura y Educación en octubre de 2020, fija las pautas obligatorias y orientativas que deberán cumplir las escuelas de todos los niveles educativos para poder garantizar la presencialidad con los cuidados que requiere la pandemia. Cada región educativa y cada escuela, a su vez, deberá adaptarlo a su realidad.
El programa, que fue aprobado por Nación y comenzó a aplicarse en octubre de 2020, incluye protocolos relativos a la infraestructura edilicia; la limpieza y desinfección de los establecimientos educativos; la actuación ante un posible caso de COVID-19; la adecuada ventilación de las escuelas; el funcionamiento de las bibliotecas escolares y el uso de transporte escolar.
En concreto, el protocolo establece que la jornada escolar será de 4 horas diarias incluyendo el recreo los cinco días de la semana, siempre y cuando la escuela pueda garantizar las condiciones dentro del aula que permitan mantener la distancia social obligatoria. Esto es, separación de 1,5 metros de pupitre a pupitre y de 2 metros entre el o la docente y los alumnos. El metraje determinará entonces la cantidad de estudiantes por aula.
Este modelo de presencialidad, que se denomina «completa», se dará en aquellos establecimientos en los que la cantidad de estudiantes de una sección o grado sea menor o igual a la capacidad máxima del aula. En este caso, los estudiantes tendrán clases de lunes a viernes, todas las semanas.
También podrá implementarse en escuelas que cuenten con espacios complementarios y en escuelas donde rige la jornada completa o doble, así como en escuelas secundarias de la modalidad técnico profesional o especializadas en arte.
En el resto de los establecimientos se aplicará la «presencialidad combinada», es decir que los alumnos tendrán clases presenciales en bloques semanales -lunes y martes o jueves y viernes, por ejemplo- de forma tal que cada subgrupo tenga clases presenciales y virtuales.
Las clases, en cualquiera de las dos modalidades, se dictarán en bloques de una duración máxima de 90 minutos, separados entre sí por un descanso de al menos 5 minutos. Ese «recreo» se dedicará al descanso y a la higiene personal, siempre respetando el distanciamiento físico. No se podrán realizar juegos de contacto ni compartir juguetes o elementos personales.
El protocolo de la cartera educativa también prevé una última presencialidad, denominada «asistencia programada», que implica la conformación de grupos de estudiantes de mayor tamaño que lo que indica la capacidad máxima del aula, con la condición de que dentro del grupo haya estudiantes que, por día y en forma rotativa, no asistan a la escuela durante los días en que el grupo tiene clases presenciales. Por caso, si en un aula entran 18 estudiantes pero el grupo está conformado por 20, se puede organizar la presencialidad para que rotativamente haya dos estudiantes que no concurran a clase cada día.
Pautas
Cada establecimiento deberá pautar horarios escalonados de ingreso y salida de los estudiantes para evitar concentraciones. El personal de la escuela deberá tener vigente el permiso de la aplicación CUIDAR, mientras que las y los estudiantes deberán presentar una declaración jurada firmada por la persona adulta responsable, dejando constancia de que se encuentran en condiciones de salud para asistir al establecimiento educativo y sin síntomas compatibles con COVID-19. La DDJJ es un requisito indispensable para ingresar. También se controlará la temperatura a todos los alumnos al entrar al colegio.
El uso del tapabocas será obligatorio para las y los estudiantes del nivel primario y secundario, mientras que en el nivel inicial se promoverá su uso «todo el tiempo que sea posible» a partir de los 3 años.
Respecto de la ventilación de las aulas, se establece que debe realizarse «en forma permanente». Si esto no fuera posible por razones climáticas o de otra índole, las puertas y ventanas deberán abrirse cada 20 minutos durante un lapso de 5 minutos.
Tanto estudiantes, como docentes y auxiliares deberán higienizar de manera frecuente sus manos, al menos cada 90 minutos. Los establecimientos educativos tendrán que contar con los insumos necesarios para esta tarea.
En esta primera etapa, los comedores y los kioscos escolares permanecerán cerrados por lo que cada alumno deberá llevar su propia colación. El gobierno confirmó que continuará entregando módulos de alimentos.
Aparición de casos
El protocolo actualizado establece también que, ante un caso sospechoso o confirmado de coronavirus, debe aislarse no sólo el grupo de alumnos sino también los docentes que hayan estado frente al grado. Así, si el caso confirmado es de un o una docente, se deberá aislar durante 14 días corridos al o los grupos con los que estuvo en contacto las 48 horas anteriores al inicio de los síntomas o a la realización del test en caso de que la persona sea asintomática.
Si el caso confirmado corresponde a un estudiante, se deberá aislar durante 14 días corridos al grupo al cual pertenece, y a las y los docentes que le hayan impartido clases hasta 48 horas antes del inicio de los síntomas o de la realización del test.
Ante la presencia de un caso sospechoso se tomarán las mismas medidas de aislamiento hasta la confirmación o descarte de la situación y si es descartado por la autoridad sanitaria, el grupo de estudiantes y el o la docente retoman las actividades presenciales.