Así, en diálogo con Radio Continental, Arroyo se refirió a las medidas anunciadas en la última reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre, entre las que subrayó la extensión del universo de beneficiarios de la Tarjeta Alimentar, que llegaba a niños de hasta seis años y, con las últimas disposiciones, se extendió hasta los adolescentes de 14.
«De un millón 900 mil chicos pasa a abarcar a casi cuatro millones de chicos, una tarjeta que no sirve para extraer dinero del cajero, sino para comprar alimentos. Pasan a ser de seis mil pesos para la madre que tiene un chico de hasta 14 años, de nueve mil para la madre que tiene dos chicos de hasta 14 años, y de doce mil para la madre que tiene tres o más chicos», detalló.
Por otro lado, cabe recordar que este fin de semana la Tarjeta Alimentar fue el blanco de críticas por parte de Emilio Pérsico, secretario general del Movimiento Evita y secretario de Economía Social nacional, quien sostuvo que la iniciativa es “pan para hoy y hambre para mañana”, mientras que el Coordinador del Frente Patria Grande y referente del MTE/UTEP Juan Grabois consideró en redes sociales que “consolidar la Tarjeta Alimentar como política emblema del gobierno es un error económico, social y cultural”.
Así las cosas, Arroyo recordó que los tres ejes centrales de la política social están concentrados en “trabajo, urbanización en barrios, y primeras infancias. Esos tres ejes funcionan si la gente puede comer, y por eso la extensión de la tarjeta”, enfatizó.
«El eje de la política social es el programa Potenciar Trabajo, donde llegamos a 900 mil personas, para transformar planes sociales con trabajo», remarcó.
A su vez, por Radio La Red, el ministro reconoció: “El trabajo es la mejor política social, pero el país está en medio de una pandemia, y lo primero de lo primero es comer; es establecer una base”.
En este escenario, parte de la discusión de fondo tiene que ver con hacia dónde son direccionados los recursos que, en este caso, están destinados a la Tarjeta Alimentar.