El titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, se presentó este miércoles al mediodía en el juzgado federal Rodolfo Canicoba Corral, subrogado durante la feria por Ariel Lijo, donde tramita la causa iniciada por la diputada Elisa Carrió por la transferencia de 600 mil dólares por parte de la empresa brasileña Odebrecht.
El funcionario, amigo íntimo del presidente Mauricio Macri, presentó abogado defensor en la causa y se puso a disposición del juez. Sin embargo, no aportó documentación ni declaró.
Afuera de los tribunales de Comodoro Py, en una improvisada conferencia de prensa, el titular de la AFI aseguró que hará todo lo que esté a su alcance para que «se aclaren los hechos».
«Es en la Justicia donde se van a aclarar los hechos y, obviamente, yo voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que se aclaren», afirmó.
«Lo que tengo para decirles es que he venido a ponerme a disposición de la Justicia, que es el ámbito en que todos estos hechos quedarán aclarados», remarcó y reiteró que la única transferencia que admite es la de 70.495 dólares, por la venta de un inmueble, en contraposición con los 600 mil dólares que reconoció el operador financiero Leonardo Meirelles ante la justicia brasileña.
«Creo haber sido claro cuando presenté el documento del banco, donde recibí la transferencia de 70.500», subrayó, y agregó: «Presenté un escrito para ponerme a disposición de la Justicia y en los días sucesivos iré presentando (más documentación)».
Las declaraciones de Arribas a la prensa se dieron en el marco de una diagramación especial por parte de personal de seguridad: la conferencia se realizó en las escalinatas de Comodoro Py y no en la vereda. Durante su exposición ante los medios, el jefe de la AFI estuvo flanqueado por dos personas, ubicadas a su derecha y a su izquierda, y ningún periodista podía acercarse por detrás para registrar sus dichos.