El Centro de Estudios Legales y Sociales ofrecerá por primera vez acceso online a una colección de 40 cartas intercambiadas por Emilio Fermín Mignone y esposa, Angélica Chela Sosa, que formaban parte de su archivo personal.  

Tras la desaparición de su hija Mónica, Emilio y Chela emprendieron inmediatamente, como otros miles de familiares de detenidos-desaparecidos, un intenso camino para buscar información sobre su paradero y apoyos para encontrarla. A través de las cartas, puede leerse el tipo de respuestas que recibieron de la Iglesia católica y cómo en estos recorridos se fue afianzando la solidaridad entre los familiares: acciones conjuntas, solicitudes colectivas de audiencias, pronunciamientos o la elaboración de un informe por parte de un grupo de abogados y familiares, que luego fundara el CELS en 1979.

El archivo se divide en tres secciones: la búsqueda de Mónica, la conformación de “los familiares” como sujeto político y las respuestas a las declaraciones de la Iglesia. 

Chela y Emilio jugaron un papel fundamental en el movimiento de Derechos Humanos argentino. La dirección de su departamento en la avenida Santa Fe fue un punto geográfico de reunión para muchos familiares. Chela participó como Madre desde los orígenes de la organización y viajó al exterior para denunciar el terrorismo de Estado. Emilio fue vicepresidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).  «

Un plan, de un método, de una política”

La respuesta del obispo de Neuquén, Jaime de Nevares, a una misiva que le envió Mignone. Tiene fecha del 7 de junio de 1976.

“Obispado de NeuquénRepública Argentina

Estimado Señor Mignone: 

Me ha apabullado su carta. No es difícil de imaginar su angustia y su incertidumbre. Le aseguro que comparto, en la medida que puedo, su preocupación. Ella ya no se concreta en casos que consideraba de excepción, sino que acrecienta al constatar que estos abusos, arbitrariedades, actitudes inhumanas forman parte de un plan, de un método, de una política. Y ello no augura nada bueno para la pobre Patria. Me habían anunciado la detención de los PP Javier y Yoruo. Ruego a Dios que para el tiempo de recibir esta carta, la tenga ya a Mónica en la tranquilidad,  devuelta a su hogar.

Le agradezco que haya tenido el gesto de escribirme y quedo a la espera de buenas noticias. Un saludo cordial y la bendición de tata Dios

Jaime de Nevares (firma)

Del Gral Liendo, por ahora, poco se puede esperar».

LOS NOMBRES DE LOS DESAPARECIDOS

Carta documento de Chela y Emilio a Mons. Antonio Quarracino. 22/3/1983«En conocimiento de las declaraciones en puerto Príncipe, Haití, publicadas en los diarios argentinos a mediados de marzo, le solicitamos haga conocer públicamente los nombres de los detenidos desaparecidos denuciados en la lista de la APDH que, según su afirmación, se encuentran en el exterior. En caso de no responder (…) iniciaremos acción judicial por falso testimonio, encubrimiento, calumnias e injurias».

DECEPCIÓN

De Monseñor Juan José Iriarte a Angélica Sosa de Mignone, 1/3/1978

«Muy estimada en Cristo: Recibí su carta en la que con toda sinceridad expresa su decepción y la de sus acompañantes en la entrevista que mantuvieron conmigo en la sede de la Conferencia Episcopal. (…) Ninguno de los Obispos argentinos acepta ninguna actitud que signifique desconocimiento, atropello, lesionar de alguna manera la dignidad del hombre. (…) Jesús vino a la tierra para “llevar la buena noticia a los pobres, anunciar la liberación de los cautivos… (…) La iglesia no se conforma, ni se desanima en su tarea de denunciar, de insistir, de rezar, de acompañar a los que sufren. Se sabe impotente cuando quiera utilizar las armas del mundo, pero sigue luchando con las propias, las de Cristo. Juan José Iriarte—Obispo de Reconquista».

Pedido de información

Carta de Madres al Cardenal Raúl Primatesta del 16/5/1979. 

«Hemos leído en los diarios el comunicado de esa Comisión Ejecutiva por el cual se informa que usted estuvo reunido durante los días de la última reunión de la Conferencia con el Presidente de la Nación y se interesó por el problema de los detenidos desaparecidos, como consecuencia de las diversas peticiones, entre ellas nuestra presentación de fecha 29 de abril del corriente. En tal virtud, volvemos a dirigirnos a Usted en representación de las Madres de Plaza de Mayo y de muchos millares de mujeres argentinas en igual situación. Es nuestro deseo conocer, al igual que una parte importante del Pueblo de Dios, angustiada por este problema, la respuesta del señor Presidente al planteo del señor cardenal. No dudamos que, dada la jerarquía y la representación que usted inviste, el general Videla habrá explicado los propósitos del Gobierno en relación a la indispensable información a las familias del destino de nuestros hijos, detenidos por las Fuerzas Armadas y de seguridad y luego desaparecidos. Confiamos que, dada la extrema gravedad de esta situación que se prolongó indefinidamente y no se modifica –pues los procedimientos ilegales continúan–, contaremos con la palabra esclarecedora del señor Cardenal y podremos saber cuál es la contestación del Presidente de la República a este interrogante».