Recuperación económica y vacunación masiva serán los ejes del discurso que brindará Alberto Fernández este lunes ante la Asamblea Legislativa para dar inicio al segundo año de trabajo parlamentario, oportunidad que también servirá para hacer balance de lo que sí se pudo concretar durante su primer año de gestión, lo que faltó y lo que se propone para el 139º período, que estará atravesado por la pandemia, las negociaciones con el FMI, la inflación y la todavía trunca reforma judicial. Sus palabras serán dirigidas no solo hacia la sociedad, sino hacia la dirigencia política oficialista, cuyo comportamiento es clave en un año electoral.
El escenario será muy distinto al del año pasado, caracterizado por la efervescencia de una nueva gestión, ya que esta vez el protocolo sanitario no solo mostrará un recinto semivacío, sino que, además, el presidente pidió que no haya movilización de militantes en las afueras del palacio legislativo para evitar concentraciones y contagios.
La tan repetida fórmula albertista de “volver a encender la economía” quedó frustrada el año pasado apenas se enunció, debido al freno de mano que tuvo que poner el gobierno ante la inesperada aparición de la pandemia. En este contexto, el presidente destacará que luego del intenso trabajo realizado desde el gabinete económico con los representantes de los distintos sectores –sindicatos, industriales y empresarios ruralistas– se dará comienzo a esta nueva etapa en la que esos acuerdos sectoriales se deben poner en práctica, en particular, entre quienes se comprometieron a abrir los datos para revisar las cadenas de comercialización con el objetivo de encontrar dónde se producen los saltos inflacionarios. Es por eso que Alberto les hablará a los “formadores de precios”, empresarios productores y comercializadores de alimentos y bienes básicos, cuyos precios no pararon de subir en enero y febrero, un 4% cada mes. El objetivo tan mentado de que los salarios le ganen a la inflación no solo depende de las paritarias –los docentes acaban de lograr un 34,55%, muy por arriba del 29% de inflación estipulado en el Presupuesto– sino de que los precios no se disparen y dejen desactualizados los acuerdos salariales.
Según pudo saber Tiempo, las prioridades legislativas son dos: la suba del piso imponible del Impuesto a las Ganancias que ascenderá a 150 mil pesos, y el que presentó la Afip, que conduce Mercedes Marcó del Pont, para modificar el proceso de traspaso del régimen de monotributista al de responsable inscripto en el largo plazo.
Otro de los ejes que Alberto Fernández eligió repasar en sus palabras son los acuerdos internacionales que llevó a cabo su gestión para conseguir vacunas en medio de una disputa mundial por su acceso. También repasará la inversión en obra pública vinculada a la pandemia y a la inversión en infraestructura de salud, que estuvo a cargo de su ministro Gabriel Katopodis.
Uno de los pasajes más complejos de su alocución estará dedicado al Poder Judicial. El presidente volverá a reclamar la sanción del proyecto de reforma que lleva su firma, enviado a fines de julio pasado, que cuenta con media sanción del Senado pero que nunca logró tratarse en Diputados por falta de construcción de consenso con las fuerzas políticas no oficialistas.
En ese contexto, los miembros de la Corte Suprema, cabeza del cuestionado Poder Judicial, fueron los únicos invitados a la ceremonia, junto con los ministros del Gabinete nacional. Por lo pronto, no concurrirán la flamante jefa de la cartera de Salud Carla Vizzotti, diagnosticada como Covid positivo, y el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, aislado por haber estado en contacto directo con ella. En tanto, el protocolo sanitario que se implementó en la Cámara de Diputados, escenario habitual para estas ocasiones, dejó afuera a gobernadores y gobernadoras que participarán de manera remota. Por su parte, habrá un protocolo mixto para diputados y senadores ya que formarán parte de la ceremonia algunos en el recinto, otros en sus despachos y otros en sus provincias, a través de la plataforma Webex, la misma que se usó para realizar las sesiones durante el año pasado.
La calle también estará semivacía. Fue el propio presidente quien este sábado salió a pedir que no haya movilizaciones en su apoyo hacia el Congreso, tal como lo habían planeado el Movimiento Evita, intendentes y algunos sindicatos de la CTA. “Con mi sincera gratitud, antes que nada, les pido que sigamos dando el ejemplo y que esta vez cada uno siga mi mensaje en forma remota. Desde sus casas o desde sus lugares de trabajo. La pandemia aún nos ataca. Nosotros cuidemos al prójimo, aunque otros no lo hagan”, posteó ayer en Twitter en referencia a la movilización que convocó la oposición. Por su parte, los legisladores de Juntos por el Cambio ya adelantaron que intentarán reavivar el reclamo por las vacunas que recibieron distintos políticos y allegados al exministro de Salud Ginés González García, quien salió eyectado de su cargo a pedido del propio presidente.
En ese contexto, el mensaje del presidente a los y las legisladores, pero también a la ciudadanía, es clave en este año electoral. Hasta el momento no hay una definición sobre si se realizarán o no las Paso, rechazadas por los gobernadores, pero de igual modo, la ciudadanía será la encargada de renovar la mitad de las bancas en Diputados, 127 en total, y un tercio del Senado, 24 lugares. Es por eso que Alberto Fernández intentará este lunes retomar la iniciativa tras la primera crisis política de su gobierno. «