El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, dijo este martes que el juicio por la obra pública es un «manoseo» hacia la expresidenta y actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, tras declarar en esa causa en la que fue citado por haber sido jefe de Gabinete de la entonces jefa de Estado.
«La ponen (en el estrado) solo para manosear porque verdad, no van a encontrar ninguna porque lo que dicen es mentira», señaló el ministro en declaraciones realizadas a la prensa a la salida de los tribunales de Comodoro Py y añadió que «es (la causa) lisa y llanamente política».
En ese contexto, sostuvo que «no veo por qué tanta valoración política a lo que tiene que ser una evaluación jurídica de lo que se ha hecho, y está bien hecho».
Asimismo, aseguró que la obra pública «no se redirecciona, es imposible» y advirtió que «no es casi imposible, es imposible redireccionar una obra».
La declaración de Fernández fue solicitada por la defensa de la Vicepresidenta para que explique los mecanismos que se activan a la hora de asignar una obra pública.
En la causa se investiga si la empresa «Austral Construcciones», del empresario Lázaro Báez, fue beneficiada con la asignación de distintas obras públicas durante el kirchnerismo.
«Se puede objetar e impugnar (una licitación) porque hay algo de lo que dije, o falseé la verdad o no hice lo que correspondía o no cumplí alguno de los requisitos y eso puede prosperar. ¿Estamos discutiendo algún caso de esos?. Ninguno», indicó el ministro de Seguridad.
Según precisó a los periodistas reunidos en el acceso a los tribunales federales, en su declaración intentó «explicar muy gráficamente qué ocurre con cada una de estas tareas» que componen una licitación de obra pública.
«Todo pasó como pasó (en los trámites que están siendo observados) y nadie dijo nada y entonces, de golpe y porrazo, descubrieron que estaba todo mal», expresó y consideró que «no tiene ningún sentido».