“Acordamos en no acordar”. Así resumió el secretario general de Amnistía Internacional, el indio Salil Shetty, el encuentro que mantuvo ayer en la Quinta de Olivos con el presidente Mauricio Macri, el jefe de Gabinete Marcos Peña, el ministro de Justicia Germán Garavano y el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj. Entre otros, los temas que se abordaron fueron la avanzada de la represión en desmedro del derecho a la protesta, el aborto, la explotación de litio y el ataque de los trolls en las redes sociales hacia todo aquel que piensa diferente al gobierno.  

“Se habló mucho de querer cerrar la grieta, pero de hecho la protesta ha crecido y la respuesta de las fuerzas de seguridad es desproporcionada, con detenciones poco razonables. De acuerdo a las entrevistas que realizamos y las evidencias que tenemos pensamos que es esencial ponerle un punto”, precisó Shetty para quien “las consecuencias de todo esto no son pacíficas por lo que hacemos tres recomendaciones: la elaboración de un protocolo claro y estandarizado con normas internacionales para las fuerzas; capacitar y sensibilizar a los agentes; y que ante cualquier reclamo o queja, se investigue y haya justicia”.

Las autoridades de la ONG, que cuenta con más de 7 millones de miembros en 159 países, destacaron también que Argentina recibirá a fines de año a los miembros del G20: “si bien esto implica un enfoque en el desarrollo económico y el comercio, nunca puede separarse de los Derechos Humanos. Cada vez que esto ha sucedido, ha dejado a millones de personas abandonadas, alimentando potenciales disturbios sociales y políticos», advirtió Shetty.

El secretario general de Amnistía Internacional encontró positivo que Argentina les abriera las puertas “a los relatores de la ONU” y celebraron “la generosidad” en cuanto a la aplicación del Programa Siria y a la aceptación de refugiados y migrantes de Venezuela, pero lamentaron los “obstáculos y requisitos” que se plantean a la hora de recibir a los extranjeros.

La situación de Venezuela fue otro de los temas que Shetty abordó tanto en la conferencia de prensa de hoy, en el Hotel Sheraton, como en la reunión con los funcionarios locales. “La respuesta al conflicto debe ser regional, sobre todo debe surgir de países como Colombia, Brasil y Argentina”, aseguró y esgrimió que en este punto hubo coincidencias con el mandatario argentino.

Shetty distinguió también que Macri haya abierto el debate por el aborto. La ONG es parte de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito. “Es increíble que en un país como este, medio millón de mujeres se sometan al año a abortos clandestinos y que 3.000 paguen con sus vidas la criminalización del aborto. Hicimos una encuesta en donde el 59% estaba a favor de la despenalización”, graficó.

Desde la ONG también se refirieron a lo que ocurre en Salinas Grandes, Jujuy, una de las reservas de litio más importantes del mundo. Las autoridades de la organización se mostraron preocupados luego de visitar el lugar y dialogar con las comunidades afectadas que no fueron “informadas sobre el daño al medioambiente o cómo se garantizará el suministro de agua. No pudieron emitir opinión. Las audiencias públicas no son una fachada, no es un mero trámite, acá hay personas que tienen un reclamo histórico”, indicó Shetty.

“Debería abrirse un proceso de consulta –continuó el secretario general-, hay una brecha grande entre lo que pretende el gobernador y las empresas y la información a la que accedió la población, sus eventuales beneficios y las implicancias en el medio ambiente”.

Durante la conferencia, Shetty recalcó que “la ONG se sostiene por el aporte de sus miembros y que no recibe dinero de gobiernos ni de empresas. No confiamos en evidencias secundarias, sólo en datos chequeados varias veces por nosotros mismos y lo que dice Amnistía Argentina es lo que dice Amnistía Internacional”.

Desde ONG defendieron que hayan tratado el caso de Santiago Maldonado como una desaparición forzada de persona en el marco de un acto represivo a la protesta. “De hecho, así lo sigue considerando la justicia en la carátula del expediente”, explicaron.

El gobierno argentino se había ofuscado por el tratamiento que le dieron organismos internacionales como la propia ONU al caso Maldonado. El mismo enojo trasmitieron cuando desde Amnistía publicaron un informe por cómo operaban los trolls en Argentina.

“Con Marcos Peña tampoco tuvimos una opinión común en esto”, recordó Shetty quien aclaró que el informe de los trolls se realizó a nivel mundial “porque es un fenómeno que se da en todos lados. Esto de atacar a las mujeres, a las minorías, a diferentes políticos y organizaciones de Derechos Humanos”.

“Desde las redes sociales –insistió Shetty- se promueve una forma de pensar. Analizamos 350.000 tuits en dos meses. Es un hecho. Encontramos una fuerte estigmatización y un ataque constante con la idea de deslegitimar. Tal vez no sea generalizado pero hay que estar atento y actuar rápido lo advertimos en el caso Maldonado, se atentó libertad de expresión”.

El referente de Amnistía concluyó que habían encontrado “un patrón de ataque en contra de los líderes políticos y periodistas que incluso no eran siempre críticos. Sistemáticamente eran deslegitimados por un ejército de trolls. Pero bueno, Marcos Peña justificó que esto ocurría de ambos lados y que Twitter era una plataforma para el ataque. Para nosotros no hay equivalencia, es obligación del gobierno proteger la libertad de expresión. Creemos que es una amenaza y erosiona a la democracia. No lo quiero magnificar tampoco, pero es una acumulación de cuestiones”.