El extitular de Interpol Ronald Noble ratificó hoy vía Twitter que el gobierno argentino durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner jamás intentó levantar las alertas rojas que pesaban (y aún hoy pesan) sobre los iraníes sospechados de haber participado de la voladura de la mutual judía AMIA. Noble viene afirmando esto desde hace cuatro años, pero hoy, en el contexto de la nueva polémica generada en el ámbito de la comunidad judía por un pedido de la AMIA para que la DAIA dejara de ser querellante en la causa que nació por la denuncia del difunto fiscal Alberto Nisman, elevó la apuesta. “Pueden solicitar a la Secretaría General de INTERPOL que pregunte a su personal de varios cientos de personas, si (el ex canciller argentino, recientemente fallecido, Héctor) Timerman o cualquier persona de Argentina alguna vez pidieron que se retiran o suspendieran las notificaciones rojas de AMIA. También pueden solicitar que INTERPOL pregunte a cualquiera de las 13 personas que sirvieron como miembros del Comité Ejecutivo durante 2013 y 2014, si Timerman o cualquier persona de Argentina alguna vez solicitó que se retiraran”, desafió.
Tal como anticipó Tiempo en su edición del domingo, Noble vuelve a ser una pieza clave en el complejo armado de la denuncia contra funcionarios del anterior gobierno por presunto encubrimiento de los iraníes. Pese a que desde hace cuatro años sostiene lo mismo, en una declaración sin fisuras, nunca fue llamado a declarar. Y ahora, además, afronta una denuncia presentada por los querellantes particulares en la “Causa Nisman”, quienes pidieron su indagatoria. Si Noble es imputado, no puede declarar como testigo. Es decir que su explicación sobre la inexistencia de delito por parte del gobierno argentino no puede ser tenida en cuenta por el Poder Judicial.
Acaso convencido de que jamás desfilará (ni declarará por videoconferencia) por los tribunales argentinos, Noble propuso una alternativa. “Los jueces y fiscales argentinos no necesitan pedirme que proporcione testimonio. Pueden solicitarle a Francia que le permita dar testimonio a Joel Sollier, un magistrado francés. No lo he visto ni he hablado con él desde que salí de INTERPOL el 7 de noviembre 2014”. ¿Quién es Sollier? Otro tuit lo explica: “El 16 de marzo de 2017 la Oficina de Asuntos Jurídicos de INTERPOL reafirmó la misma posición de INTERPOL expresada por el consejero general Sollier en 2013. Las notificaciones rojas de AMIA permanecieron inalteradas”. Alguien más, además de Noble, puede dar fe de que la acusación de encubrimiento no tiene bases sólidas sobre las cuales apoyarse.
La querella particular pidió la indagatoria de Noble porque considera que una nota que leyó el excanciller Timerman poco antes de la muerte de Nisman no fue escrita por el extitular de INTERPOL sino que fue redactada en Buenos Aires. Noble reconoció como propia esa carta. “El 16 de enero de 2015, fui autor de una carta por correo electrónico a Héctor Timerman afirmando que en cada ocasión que él y yo hablamos y nos vimos, en relación con las Notificaciones Rojas, él afirmó que INTERPOL debía mantener las notificaciones rojas vigentes”.
Pero después de que Tiempo diera a conocer que había una acusación contra él que apuntaba a marginarlo como testigo en el expediente, surgió una extraña versión.
Noble –según esa versión- habría pedido “inmunidad” para declarar. Y lo habría hecho a través de INTERPOL. En Twitter, el ex funcionario norteamericano replicó: “Como cuestión de derecho, #INTERPOL no puede imponer inmunidad o privilegio para impedir que un juez argentino competente me pregunte sobre las declaraciones que hice como ciudadano privado cuando INTERPOL ya hizo pública esta información en 2013 y 2014. Las falsas historias de los medios continúan sin cesar. Leí hoy que la inmunidad para mí está siendo discutida, cuando no quiero o necesito inmunidad para proporcionar un testimonio veraz. Pero nunca se me solicitó proporcionar testimonio”.
El extitular de la policía internacional recordó que pidió incluso a la Corte Suprema argentina que le permitiera declarar ante los tribunales locales. “Presenté una petición formal a la Corte argentina ofreciendo dar testimonio que demostraría que ni Timerman, ni ninguna persona de Argentina, solicitó nunca que se retiraran o suspendieran las notificaciones rojas de AMIA”, subrayó. Jamás hubo respuesta positiva.
Pareciera que nadie quiere escucharlo. “He twitteado una y otra vez para refutar las conclusiones erróneas y sesgadas dadas por el juez (Claudio) Bonadio en su informe acusatorio y para criticar los falsos y engañosos informes del Clarín sobre las notificaciones rojas de AMIA. He dado entrevistas a periodistas en Argentina, Estados Unidos e Israel, aclarando que ni Timerman, ni ninguna persona de Argentina, solicitó que se retiraran o suspendieran las notificaciones rojas de AMIA y que sigan siendo válidas y sin cambios después del memorándum”. Tal vez por eso.