“La asamblea será uno de los métodos, mediante el cual el estudiantado, efectúe la toma de decisiones y se planteen las inquietudes o los problemas que lo aquejan”. Así lo establece el artículo 25 del capítulo cuarto del estatuto estudiantil de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas-Sofía Esther Broquen de Spangenberg– más conocida como “El Lengüitas”. Eso fue lo que hicieron el día miércoles las y los estudiantes de ese establecimiento educativo: en asamblea decidieron pernoctar en el edificio escolar, en rechazo a la reforma educativa que propone Jorge Macri en los secundarios; y al ajuste educativo de Javier Milei en el sistema universitario. La respuesta del gobierno, según denuncian, fue amedrentar y hostigar.
Mientras las y los estudiantes estaban leyendo el protocolo y la medida del pernocte aprobada en la asamblea, ingresaron varios funcionarios de la cartera educativa a la vicedirección del establecimiento, y comenzaron a cuestionar la medida aprobada democráticamente por los chicos. Amenazaron con que los mayores responsables de los estudiantes tendrían graves consecuencias, como denuncias judiciales y posibles arrestos.
Las «recomendaciones» de los funcionarios
“En el momento en el que estábamos realizando el escrutinio con los directivos, empezaron a llegar gente del Ministerio de Educación y entraron a la vicedirección donde estábamos con un par de compañeros del Centro de Estudiantes, y el director y el vicedirector; y empezaron a cuestionar nuestra medida aprobada”, contó a Tiempo Victoria Meza, referente del Centro de estudiantes del Lengüitas.
Quienes irrumpieron en medio del acto fueron los dos supervisores del área; y funcionarios directos de la cartera educativa que conduce Mercedes Miguel, entre ellos, Valeria Ariana Casero, Directora de Escuelas Normales del ministerio de Educación porteño.
“Nos dijeron que lo que estábamos realizando nos iba a traer más desventajas que ventajas, que era algo muy complicado, que las personas mayores de 18 años iban a tener problemas muy graves, que habría una judicialización hacia ellos y a quienes pernoctan en la escuela. Nos quisieron meter mucha presión y miedo para que no tomemos la medida”, agrega la estudiante.
Durante más de cinco horas, las y los funcionarios del ministerio estuvieron encerrados en la vicedirección con los alumnos amedrentándolos para que levanten el pernocte.
“Estuvimos muchas horas discutiendo nuestra medida, intentando comunicarles también por qué estábamos realizándola. Al fin y al cabo fue una decisión democrática y pese a esto decidimos llevarla adelante”, añadió Meza.
Además de la directora del área había varios funcionarios de la cartera educativa que no fueron identificados. Iban entrando y saliendo de la vicedirección, turnándose para intentar “convencer” a los estudiantes que no lleven a cabo la medida.
“En el momento en el que nos quedamos solos con los directivos, les preguntamos cómo era que se habían enterado estas personas del ministerio que nosotros estábamos justamente discutiendo esta medida, y nos dijeron que no tenían idea”, termina.
En julio del año pasado, la ex ministra de Educación, Soledad Acuña, removió a la rectora del Lengüitas. Desde un primer momento las familias y estudiantes del colegio, denunciaron que la remoción se dio en el marco de un proceso de hostigamiento y persecución, ya que la ex rectora apoyó el reclamo de los chicos cuando exigieron mejoras edilicias, mayor presupuesto, y la aparición de alacranes en la escuela, entre otros reclamos.
Las familias rechazan el amedrentamiento
Las y los estudiantes de la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas-Sofía Esther Broquen de Spangenberg- estuvieron reuniéndose y trabajando en asamblea toda la semana, para debatir sobre la reforma educativa que propone Jorge Macri en los secundarios y plantear las posibles medidas de fuerza.
“En un principio la dirección del Lengüitas se ofreció para ser escuela piloto de la reforma de Macri, después desde el gobierno les cambiaron las condiciones y se quisieron bajar; pero según los directivos no se pueden bajar. Por eso los chicos y chicas estuvieron trabajando toda la semana en asambleas, sentadas y demás y llegaron a votar este pernocte”, señaló a Tiempo Nancy Vega, mamá de un estudiante y Presidenta de la Cooperadora de la escuela.
“Estamos apoyando el presupuesto universitario, pero realmente a veces lo urgente es lo que nos está pasando a nosotros. Es una propuesta inconsulta del gobierno de la Ciudad para que seamos escuela piloto sin ningún tipo de información, porque los directivos tampoco tienen mucha información. No sabemos cuándo terminan las clases. Imagínate que hay que cambiar un programa completo”, explica Vega y remata: “No queremos ser escuela piloto ni pionera para esta reforma educativa. Queremos saber qué significa, de qué se trata y qué va a pasar con nuestros hijos a fin de año”.