Tratando de ocultar su desconocimiento jurídico, la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, abrió el debate que se lleva a cabo en el Senado sobre el proyecto de ley de Responsabilidad Penal Empresaria y pidió que se vuelva a incorporar el artículo 37 que fuera rechazado en Diputados.
El polémico artículo que fue bautizado por la oposición como Oderbrecht- Calacaterra y en el que se propiciaba que el procurador General del Tesoro pudiera hacer acuerdos administrativos con las compañías imputadas por fuera del ámbito judicial y con retroactividad a los supuestos delitos cometidos, fue el eje de la exposición de la funcionaria macrista.
El artículo había sido cuestionado por inconstitucional y, a su vez, sindicado como el ariete para habilitar al procurador Bernardo Saravia Frías, un abogado de las empresas del conglomerado familiar de Mauricio Macri, a seleccionar con la multinacional brasileña los delitos cometidos en la Argentina y desvincular a la sospechada empresa contratista que era del primo del Presidente.
En ese contexto, el oficialismo empezó a recorrer el camino para intentar revertir lo que puertas adentro vivieron como una derrota en la Cámara de Diputados.
A la hora de intentar imponer nuevamente el artículo 37, Alonso afirmó: Creemos que este artículo abre un canal institucional motivador que le podría permitir a muchas empresas resolver la cuestión por fuera del proceso penal.
Además, la funcionaria macrista llamó a revisar la redacción del artículo 1 por el impacto distorsivo que genera, ya que, por impulso de los diputados del Frente Renovador, se incorporaron al proyecto todos los delitos del Código Penal, que ahora alcanzarían a las personas jurídicas.
En este sentido, especificó que los ilícitos previstos inicialmente eran los de cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, negociaciones incompatibles, fraude contra la administración pública y cohecho trasnacional.
Alonso también pidió modificaciones en la redacción del artículo 20, sobre los acuerdos de colaboración, para dejar en claro que éstos se pueden celebrar a cambio del cese de la persecución y no de la eximición de la pena.
El debate continuará este jueves sin certeza sobre la posibilidad de que se emita dictamen y la norma quede en condiciones de ser sancionada de manera definitiva por el Senado.