«Pongo los manos en el fuego por mí, no puedo ponerlas por ningún otro funcionario, dijo la titular de la Oficina Anticorrupción (AO), Laura Alonso, al ser consultada sobre si haría ese gesto de confianza por el presidente Mauricio Macri después de que tomara estado público el acuerdo entre el Estado y el Grupo Macri por la deuda del Correo Argentino.
La funcionaria, que ante la publicidad de los hechos y el dictamen de la fiscal Gabriela Boquín, se vio forzada a abrir un expediente, consideró que, más allá de las personas que están involucradas, los que importan son los hechos, que son los que vamos a analizar».
Si bien la funcionaria Alonso se había resignado la semana pasada a iniciar un oficio por el caso, después de que que transcendiera el acuerdo en el cual el Gobierno acepta condonarle la deuda del Grupo Macri y el dictamen en el cual la fiscal Gabriela Boquín lo calificó como abusivo y «ruinoso» para el Estado.
La actitud de Alonso contrastó con la de María Eugenia Vidal. Pongo las manos en el fuego. Mauricio tenía mucho más para perder que para ganar en política. Confío en él totalmente», dijo la gobernadora bonaerense.
Por su parte, el jefe del bloque de diputados del PRO, Nicolás Massot, admitió ayer que en el caso de la propuesta de pago del Correo Argentino al Estado debería «haber tomado más recaudos o haber anticipado que algo de esto iba a tomar un tinte político».
En tanto, Alonso explicó que «hubiese sido saludable» que Aguad hubiera hecho una consulta. Y que su organismo tomó cartas en el asunto a partir del dictamen de la fiscal Boquín que mencionó una presunta violación a la ley de Ética Pública.
«Este caso va a tener su solución administrativa, judicial y parlamentaria y como yo sugiero es que todos tomen nota frente a una situación donde puede haber una complicación extra más allá de lo administrativo normal, que hagan una consulta preventiva a la oficina», respondió.