Una de las sorpresas de los resultados que arrojaron las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo 12 de septiembre fue la consolidación del Frente de Izquierda-Unidad en el país como tercer espacio político. En Jujuy, Alejandro Vilca logró un 23,41% y se ubicó en tercer puesto frente a la polarización entre Cambiemos y el Frente de Todos. Este número lo pone en un buen lugar en la carrera para disputar una banca a diputado nacional en las generales de noviembre, lo que sería un hecho inédito para la fuerza política.
Vilca es recolector de basura, de origen coya, trotskista y militante del Partido de los Trabajadores Socialistas. Tiene 45 años y dos hijos. Como sucede con casi todos los sectores populares de las provincias del norte, creció en un hogar humilde, con una madre que se hizo cargo de cinco hijos a como diera lugar. Fue ella la que lo impulsó a estudiar en la universidad, y así ingresó a la carrera de Arquitectura en San Juan, pero en las elecciones legislativas de 2017, otra buena performance de la izquierda en la provincia lo obligó a entregar su tiempo por completo a la política, ya que ganó una banca como diputado provincial, junto con Natalia Morales, Martín Aldasoro y Héctor Hernández. De regreso a Jujuy, trabajó en distintas actividades hasta que ingresó como recolector de residuos en la capital provincial.
En este mano a mano con Tiempo Argentino celebró la “elección histórica para la izquierda de la Argentina” y opinó a que los buenos resultados son “un reflejo de la militancia constante de los sectores populares”.
–¿Cómo evalúa el resultado de la izquierda en Jujuy y su crecimiento?
–El resultado del Frente de Izquierda en Jujuy ha sido parte del crecimiento que ha tenido la izquierda a nivel nacional como tercera fuerza en provincias importantes del país. Y también por el trabajo sostenido que venimos haciendo. En Jujuy nos sirvió tener altos resultados en anteriores elecciones; esto además, se dio en un momento de crisis económica muy dura en el marco del gobierno de Alberto Fernández. Pero en Jujuy, además, al gobierno lo maneja un radical, que es Gerardo Morales, y la gente ve que no existe oposición. El peronismo es muy afín y le da la tranquilidad para cogobernar, pero, también, hay una situación de pobreza agravada por la pandemia, lo que generó un repudio y decepción en la gente, que pensó que iban a mejorar las cosas después del gobierno de Macri. Esto produjo un voto bronca que acaparó la izquierda.
–¿Cree que tienen chance de seguir creciendo y ganar el segundo lugar en la provincia en las generales de noviembre?
–Es probable que con esta crisis que se dio dentro del Gabinete de Fernández, por lo menos el peronismo no va a terminar muy bien. En Jujuy se ponen en juego tres bancas. La elección la ganó Cambiemos, seguido del Frente de Todos, y nosotros estuvimos muy cerca. Esto nos da la posibilidad de hacer una buena elección y tratar de pelear el tercer diputado.
–¿Por qué se da este triunfo en Jujuy y no en el resto de las provincias?
–Se debe a una fuerte militancia que creció en los sectores trabajadores y la juventud de Jujuy. Hay mucha polarización social, gente que es muy rica y es poca, grandes familias que a la vez dirigen los principales partidos políticos y la mayoría que está muy mal económicamente. La fuerza de la izquierda les dio empuje a muchos reclamos de estos sectores, generando esa expectativa de que se puede enfrentar a los ricos. Es, más que nada, una identificación de clases.
–¿Cómo ve el crecimiento de la derecha que en algunos lugares del país?
–Acá no existe un fenómeno como Javier Milei o José Luis Espert, porque acá la extrema derecha ya existe y está encarnada por el PJ o Cambiemos con Gerardo Morales, que tiene ese contenido antiderecho, casi racista y antidemocrático. Ese espacio ya está ganado. Sobre todo, representa a los sectores más oligárquicos de las fincas del tabaco o terratenientes.
–¿Cuál es su visión sobre la situación de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala?
–Ella es del Frente de Todos, que es el principal colaborador de Gerardo Morales. Se utiliza la situación de ella para que el gobernador avance sobre el derecho a la protesta, judicialización de la protesta social y perseguir a todo opositor. A penas asumió Morales, cambió el Tribunal Superior de Justicia poniendo a todos los jueces afines a su figura y quitando independencia a la Justicia. Además, aplica un Código Contravencional antidemocrático que fue laburado por el peronismo y que lo terminó aplicando contra los opositores.
–¿Cuáles van a ser sus propuestas si llega al Congreso?
–Si llegamos, vamos a fortalecer el trabajo que ya viene haciendo Nicolás del Caño. Va a ser una banca no solo de defensa del pueblo trabajador, sino que también va a apuntar varios aspectos. Recuperar el poder adquisitivo y la jubilación digna que les alcance para cubrir la canasta básica. Además, tenemos un proyecto para presentar. Es una ley interzafra o de cosecha, importante para trabajadores rurales. Establece que los productores de azúcar en los ingenios o del tabaco puedan percibir ingresos, conserven la obra social y además se les compute en la Anses una temporada de trabajo como anual, ya que su trabajo es por unos cuatro o seis meses y luego están parados por cómo se desarrolla la actividad. «