Tras la turbulenta salida de Diana Mondino y la llegada de Gerardo Werthein a la Cancillería, el gobierno nacional bendijo a Alejandro Carlos Francisco Oxenford como nuevo embajador en Estados Unidos. Con la esperanza de profundizar los vínculos entre ambos países, el flamante representante argentino tendrá como objetivo impulsar tratados de libre comercio entre ambos países, una tarea titánica frente a los tiempos proteccionistas que se vienen en el norte.

Si bien la elección fue comunicada oficialmente esta mañana por la Cancillería, el embajador no asumirá en el corto plazo. Por no ser un diplomático de carrera, la designación oficial de Oxenford deberá ser aprobada en una sesión especial en el Senado luego de pasar por la Comisión de Acuerdos del Senado, que encabeza Guadalupe Tagliaferri. En este sentido, con el reloj corriendo para el fin de las sesiones ordinarias, en el gobierno se manejan con la idea de que el nuevo embajador será designado recién el próximo año, una vez que Donald Trump asuma como presidente en enero.

Oxenford es un empresario de largo mote. Fundador de dos unicornios –OLX y Letgo, cuyas valuaciones en el mercado superan los 1.000 millones de dólares-, el fanático del arte y la pintura cosecha un vínculo con Javier Milei desde hace varios años. Según pudo saber este medio, ambos se conocieron dentro del influyente mundo empresarial y figuras del círculo rojo que integran la influyente comunidad judía Jabad Lubavitch, de la que también forman parte el dueño de IRSA, Eduardo Elsztain, y el propio canciller Werthein, entre otros influyentes nombres de la colectividad.

La carrera empresarial del nuevo delegado argentino en Estados Unidos inició en 1999, cuando lanzó al mercado Deremate.com, una web de compra y venta que proponía el mismo negocio que tenía en marcha otro entonces joven emprendedor, Marcos Galperín. Aquella similitud los llevó a mantener por varios años una complicada rivalidad. La disputa finalizó en 2008, cuando el dueño de Mercado Libre logró imponerse y terminó comprando las migajas que dejó aquella empresa de e-commerce fallida.

Antes de ser designado embajador, el ex director de ArteBA formó parte del selecto grupo de asesores económicos del presidente, que encabeza Demian Reidel, uno de los nombres que circularon hasta último momento como posible reemplazante de Werthein. También, fue uno de los principales aportantes de la campaña presidencial de Milei y uno de los tripulantes del vuelo privado que llevó al libertario al la tumba del Rebe de Lubavitch, el líder de la dinastía judía, a quien el primer mandatario visitó a días de ganar el balotaje.

De estrechos vínculos con la colectividad judía en Estados Unidos, Oxenford tendrá la dura tarea de aceitar aún más los vínculos entre ambos países, en medio de la ofensiva de Donald Trump de limitar el comercio exterior para proteger las industrias de su país. “Lo que quiere Trump es aumentar los tributos aduaneros a quienes les cobran a ellos, como es el caso de China. Con nosotros no va a pasar eso”, dicen esperanzados desde Casa Rosada.

En este contexto, en el círculo íntimo del libertario se entusiasman con la posibilidad de que la llegada del nuevo embajador habilite una nueva instancia de libre comercio entre ambos países, garantizado a través de firmas de tratados internacionales. “Va a llevar tiempo, pero estamos seguros que se va a poder”, sostuvo una fuente inobjetable. 

Ésta fue la principal condición que tenían dentro del Triángulo de Hierro para seleccionar al reemplazante de Werthein. Tal como contó este medio la semana pasada, la lista de nombres que manejaban en el primer piso de la casa de gobierno era variada, pero todos cumplían con la misma cualidad: tener estrechos vínculos con el círculo rojo estadounidense que permitan al gobierno concretar sus deseadas relaciones carnales. 

En algún momento, incluso, se llegó a pensar en Mauricio Macri como posible embajador. La voluntad nunca fue comunicada al ex presidente y la designación quedó en la nada. Oxenford encajó mejor. “No sabíamos si iba a jugar para nosotros o para él”, dijeron chispeantes desde la casa de gobierno en medio de horas donde la relación entre el oficialismo y el PRO pasa por momentos de extrema tensión.

Mientras el nuevo embajador era designado, Javier Milei logró, una semana más tarde, comunicarse con Donald Trump. El llamado duró cerca de 10 minutos y fue, según dicen, muy afectuoso. El vocero presidencial, Manuel Adorni, dio a conocer que el magnate le dijo al libertario que “era su presidente favorito”. ¿Fin?

En tanto, ambos líderes volverán a reunirse en los próximos días por segunda vez en el año. La cita tendrá lugar en una nueva edición de la CPAC, la cumbre de ultraderecha que reunirá a referentes mundiales en Mar-A-Lago, la exultante mansión ubicada en Palm Beach propiedad de la familia Trump. Si bien aún no se animan a dar confirmaciones, en el círculo del presidente se adelantan a la posibilidad de que exista una nueva foto con el ahora presidente electo, que le permita al libertario poner un ladrillo más en la construcción de su imagen de referente del libertarismo internacional.