El presidente Alberto Fernández alentó al cooperativismo a «no bajar los brazos». Expresó su respaldo a ese tipo de organización productiva a la que definió como «un sistema muy solidario, equilibrado y que definitivamente expresa un capitalismo más humano». «Soy un enorme admirador de la economía cooperativista. Es una forma muy genuina de desarrollo capitalista, de asociación de productores con un destino común», destacó Fernández.
El presidente habló al encabezar por vía de teleconferencia el acto de apertura de la terminal portuaria de la de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), en Timbúes, a más de 130 kilómetros al sur de la ciudad de Santa Fe. Durante el acto, que compartió en forma virtual con el gobernador santafesino, Omar Perotti, el Presidente planteó que «la cooperativa es un imperativo a seguir desarrollando» en el país. «Los aliento mucho a que el movimiento cooperativo no baje los brazos. Es un sistema muy solidario y equilibrado que expresa un capitalismo más humano. Por eso tenemos que cuidarlo y apoyarlo», declaró Fernández.
Junto al jefe de Estado en la residencia de Olivos estuvieron el ministro de Transporte, Mario Meoni; y el titular del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Nacional (INAES), Mario Cafiero. La ACA -una de las entidades cooperativas más importante del país con presencia en 12 provincias- informó que la terminal de Timbúes implicó una inversión de 140 millones de dólares, no sólo para la construcción sino también para todo el proceso de acopio en 10 silos con capacidad para 2 mil toneladas y otros 21 para casi 9 mil toneladas, hasta que los granos salen del puerto comercializados.
«El movimiento cooperativo es necesario para el crecimiento de la economía”, afirmó el Presidente y abogó además por una futura producción -pospandemia de coronavirus- «respetuosa del medio ambiente» porque así, dijo, «va a ser mejor para el mundo». Fernández dijo que Argentina «necesita sistemas de desarrollo regionales» para «evitar la concentración en el centro del país». Planteó que en ese camino la hidrovía Paraná-Paraguay es fundamental para la producción de las provincias.
Consideró como otro «imperativo a seguir desarrollando» (la hidrovía) porque permitirá que «tengan un extraordinario canal de salida de lo que producen» provincias como Formosa, Chaco, Misiones, Entre Ríos, Santa Fe e, incluso, Buenos Aires, dijo. Además, en otro tramo de su discurso, advirtió que “el futuro impone la industrialización de la producción primaria». Y sostuvo que ese camino será el mejor «para el país y los productores agropecuarios». «Tenemos que lograr un desarrollo más armónico de la Argentina, no tan centrado», insistió el presidente. «Los hombres del campo tienen mucho para dar porque claramente el campo es un actor importante en la economía argentina».
El jefe de Estado celebró la mirada «inclusiva» y con riguroso apego a las normativas ambientales de la nueva terminal, donde ya se desempeñan personas con capacidades diferentes y está garantizado -a través de pruebas- que el funcionamiento de la planta no produce contaminación. «Si algo nos enseñó la pandemia es que cuando los hombres nos quedamos en nuestras casas el mundo mejora. Las aguas se vuelven más cristalinas, el oxígeno es más puro y el medio ambiente es menos nocivo», manifestó Fernández. En esa línea pidió que cuando los argentinos recuperen la posibilidad de «salir», una vez superado el Covid-19, tomen como enseñanza cuidar el medio ambiente y «no volver a repetir» hábitos que dañaron al planeta.
El puerto que estará destinado a la carga de granos y subproductos a granel como maíz, trigo, sorgo y soja, está ubicado a la altura del kilómetro 461,200 del río Paraná, en el departamento de San Lorenzo. Tiene una capacidad de almacenamiento de aproximadamente 200 mil toneladas distribuida en 31 silos, una capacidad de descarga de 70 camiones por hora o un total de 2400 toneladas y espacio para alojar a mil camiones en un predio de 10 hectáreas.
El muelle es de hormigón armado sobre pilotes, con una longitud de 130 metros y un ancho de 15 metros, con tres torres de embarque, dos dolphins de amarre, galería de transferencia y pasarelas de conexión para embarcaciones de gran porte.